LOS PECES ROJOS (1955) – JOSÉ ANTONIO NIEVES CONDE – UNA DE LAS CINTAS MÁS RECONOCIDAS DEL DIRECTOR FALANGISTA
El director falangista cosechó con esta cinta un nuevo triunfo: Los
Peces Rojos ocupa el puesto 18 entre las mejores películas españoles y
la 48 del ranking de mejores películas de cine negro de todo el mundo. Aún así,
la obra de su director, Nieves Conde, sigue siendo ignorada por la crítica
oficialista. El motivo de esta omisión no es ni cinematográfico, ni por las
dudas sobre la calidad -incuestionable- de su obra, sino porque se trata de un
director falangista. Pero la película, vista a casi medio siglo de su estreno,
no ha perdido interés, intriga y frescura y, por si misma, remite a su director
a un puesto de primera fila en nuestra filmografía.
FICHA
TITULO: Los peces rojos
AÑO: 1955
DURACIÓN: 93 minutos
DIRECTOR: José Antonio Nieves Conde
GÉNERO: Negro
ARGUMENTO: Un escritor muy
imaginativo pero cuya carrera no termina de arrancar se enamora de una corista
ambiciosa. Ésta al saber que el hijo del escritor es millonario trata de relacionarse
con él. Sin embargo, el hijo es una creación del escritor: no existe. Cuando
muere una tía abuela millonario, el escritor y la corista traman la “muerte”
del hijo para cobrar la herencia.
ACTORES: Emma Penella, Arturo de
Córdova, Pilar Soler, Manuel de Juan, Félix Dafauce, Félix Acaso, Montserrat
Blanch, Julio Gorostegui, María Rivas, Ángel Álvarez, Luis Roses
CLIPS
CLIP 1 – “SOMOS PAREJA Y MI HIJO QUE AHORA VIENE…”
CLIP 2 – EL HIJO EN LA HABITACIÓN DE AL LADO, OYENDO MÚSICA
MILITAR.
CLIP 3 – ASOMARSE FUERA DEL PROMONTORIO ES PELIGROSO
CLIP 4 – DOS EXCELENTES ACTUACIONES
CLIP 5 – “TU NO TE LLAMAR HUGO, TE LLAMAS CARLOS PASCAL”
CLIP 6 – EL HIJO ADMIRADOR DE LA CORISTA
CLIP 7 – EL ESCRITOR EXPRESIONISTA Y EL EDITOR NEORREALISTA
CLIP 8 – LA CORISTA VERSUS EL HIJO MILLONARIO
CLIP 9 – HABLANDO CON EL HIJO… SIN SABER QUE ERA EL PADRE…
CLIP 10 – LA POLICÍA SOSPECHA
CLIP 11 – EL PADRE HABLA CON EL HIJO: “SOY UNA POBRE RATA QUE SE
ESTÁ VOLVIENDO LOCO”
CLIP 12 – LA TERRIBLE VERDAD REVELADA
Carteles y programas
Cómo localizar la
película
A través de eMule (1ª opción, formato MKV): LOS
PECES ROJOS
A través de eMule (2ª opción, formato AVI): LOS
PECES ROJOS
Internet Archive: LOS PECES ROJOS (On
line)
Lo menos que puede
decirse sobre LOS PECES ROJOS
¿Saben por qué existe esta web? Respuesta: porque muchos tenemos la
sensación de que el cine filmado, con medios precarios, presupuestos escasos,
censuras y limitaciones técnicas, que se realizó durante los años del franquismo,
era rematada y jodidamente mejor que el filmado en la actualidad, con ayudas
públicas que cubren la casi totalidad de la cinta, con recursos técnicos
inigualables y con medios de promoción totales. En otras palabras: el denostado
“cine franquista” (en realidad, el cine filmado durante los cuarenta años de
franquismo) era, globalmente, “mejor” que el filmado en los siguientes cuarenta
años de democracia. ¿La prueba?
Cuando en 2003 un director como Antonio Giménez Rico, serio,
sólido y responsable y con un haber de películas de nivel superior a la media,
decidió realizar un remake de Los Peces Rojos, se estrelló. La
película, con el título de Hotel Danubio (2003) no pudo soportar
la comparación con la dirigida por Nieves Conde casi medio siglo antes. Ni el
director, ni los actores eran ni el guion eran “peores” que los utilizados en la
versión original, y en cuanto a los medios técnicos y al presupuesto,
resultaron incomparables… y, sin embargo, el resultado y la aceptación del
público -vean las críticas de ambas películas en Filmaffinity- fueron
mucho menores. Lo que, claro está, no fue obstáculo para que la película de
Giménez Rico obtuviera tres nominaciones a los Premio Goya de ese año, otra en
el Festival de Málaga y Mariola Fuentes recibiera una “mención especial”. ¿Se entiende porqué seguimos afirmando que lo
hecho “ayer” fue superior a lo de “hoy”? No es por el tópico de que cualquier tiempo
pasado fue mejor, ni para recordar a los gestores de la “memoria histórica” que
el franquismo EXISTIÓ y que no fue, en absoluto, un páramo cultural, sino
porque se trata de una verdad objetiva.
El guion fue escrito por Carlos Blanco Hernández. A pesar de haber
combatido en el bando republicano no tuvo dificultades en colaborar con Sáenz
de Heredia y entrar a trabajar para CIFESA. Allí escribió el guion de Locura
de Amor (1948) para Juan de Orduña, una de las películas emblemáticas
del “cine histórico” franquista. Después de elaborar el guion de Los
Peces Rojos, Hollywood se fijó en él, allí se relacionó con los grandes
nombres del cine cincuentero: Bogart y Lauren Bacall, Billy Wilder y Marilyn
Monroe, Audrey Hepburn y Gary Cooper… Le fue bien y volvió con el dinero
suficiente para montar su propia productora, Oscar Films. Pero, al llegar la
transición, la crítica progresista, vio en él a uno de los puntales del “cine
franquista”, amigo de Sáenz de Heredia, que había escrito guiones que no
encontraron obstáculos en la censura y que, para colmo, maldición entre
maldiciones, había trabajado con un director falangista. De nada le valió su
pasado como soldado republicano. Los odiadores profesionales lo colocaron en el
índice de los aspestados. Wikipedia, hoy, dice de él: “Decano de guionistas ha
pasado a la historia como uno de los más grandes guionistas que ha dado el cine
español”. Desde 1976, no había aportado guiones a ninguna película, a pesar de tener
en cartelera no menos de una decena que jamás se llevaron a la pantalla.
Del director no podemos decir nada que no hayamos dicho antes
cuando hemos hablado de La
legión del silencio o, sobre todo, de
Surcos. El “falangista hedillista” filmó Los peces rojos, un año
antes de su película anticomunista, La legion del silencio y
cuatro años después de Surcos y ocupa un lugar intermedio
en su filmografía. Cuando la dirige había alcanzado la madurez (que, en nuestra
opinión, ejerce desde Balarrasa [1951], película filmada el mismo
año que Surcos). Sería en
la segunda mitad de los 60 cuando su cine decaería y se haría más comercial,
frívolo e irrelevante.
Vayamos a la trama, advirtiendo al lector que no haya visto la
película que el espóiler, habitual en esta web, puede restar impacto a la
película. Si no la ha visto -y le recomendamos que la vea- no lea los
siguientes párrafos.
Un escritor extremadamente imaginativo, capaz de crear personajes
de la nada y de atribuirles rasgos
extraordinarios, pero que, precisamente por esa exuberancia creativa se
apartada de la moda “realista” de la época y no había conseguido publicar
ningún libro, está enamorado de una corista. Esta le corresponde, pero se trata
de una chica interesada en que alguien le saque del escenario y de protagonizar
revistas de dudosa calidad. La corista, se entera de que el escritor tiene un
hijo con una cuenta corriente de 3.250.000 pesetas (una fortuna en la época) y,
a la vista de que existe una gran diferencia de edad con el escritor, se hace
ilusiones de que puede conocer al hijo y casarse con él. Trata por todos los
medios de contactar, pero nunca logra establecer un contacto físico. Hay buenas
razones para ello: el “hijo”, simplemente, no existe, ha sido una creación del
escritor para que cayera en gracia de su tía abuela, la millonaria propietaria
de un caserón y de distintos bienes que había legado al hijo los 3.250.000 pesetas…
que, obviamente, el escritor no podía utilizar. La persecución de la corita al “hijo”,
resulta tan absolutamente frustrante para el escritor que, finalmente, opta por
confesarle la superchería y el motivo por el que lo ha hecho. La corista le da
la idea de “asesinar al hijo”. Y es así como se inicia la película: la pareja y
el hijo llegan a un hotel del Cantábrico en una noche de galerna. Toman
posesión de dos habitaciones, una para ellos y otra para el hijo. Falsifican su
firma en la recepción actúan como si e hijo verdaderamente existiera gracias a
un disco microsurco en el que tienen grabadas algunas frases que oirán los
empleados del hotel. Luego, la pareja decide, con el “hijo” ir a ver la galerna
frente al mar. Poco después, ella, entra en un bar próximo al promontorio,
desesperada: el “hijo” ha resbalado y ha caído al mar…
La policía encuentra incoherencias en las versiones de la pareja
y, poco a poco, va avanzando en la resolución del caso. Llega a la conclusión
de que el hijo no existe. El padre está apesadumbrado: ha tardado 19 años en
construir el personaje del “hijo” y, de repente, ha tenido que “matarlo”. Más
aplomo tiene la corista que le recuerda que a veces es necesario hacer
cualquier cosa para evitar el hambre, el sufrimiento y las privaciones.
La película pertenece al “género negro” español, pero también contiene
elementos de suspense y de drama psicológico de gran calado. La pareja
protagonista estuvo compuesta por el actor mexicano Arturo de Córdova y por
Emma Penella. El conocido Félix Dafauce (un comisario habitual en las
producciones de género negro de la época) y Felix Acaso (que, tras aparecer en
una docena de películas, prestó su voz como actor de doblaje a Robert Mitchum,
Gary Cooper, Bogart, Chaplin, Joseph Cotten, Kalr Malden, David Niven, Tyrone
Power, James Stewart o Max von Sydow) encarnaron a los intuitivos policías que
resolvieron el caso. Merece mencionarse también a Julio Gorostegui, un rostro
muy conocido en la televisión español de los años 60, por sus intervenciones en
Estudio 1, Tengo un libro en las manos y Primera Fila, encarnando
a “Don José” en la serie El Séneca escrita por José María Pemán. Un buen
plantel para una película memorable.
En la época, llamó la atención el que la película está formada por
flashbacks que no solían utilizarse como recurso en España (salvo Edgar
Neville en La
vida en un hilo (1945). Pero, quizás, el gran mérito de la película
sea que su guion, inverosímil en su formo, tiene una forma absolutamente
realista. Es más, Nieves Conde, lo que pretendió fue asestar una patada en los
testículos del neorrealismo italiano, entonces en su cenit y que es objeto de
darnos directamente en la conversación entre el escritor y el editor. Nieves Conde,
por algunas escenas, por el tratamiento de la imagen, está más próximo al
expresionismo alemán que al neorrealismo italiano. Los movimientos de cámara
son hábiles, los juegos de luces y sombras, generan, por sí mismo, efectos
dramáticos.
¿Y el título? ¿Dónde aparecen los “peces rojos”? Son los
protagonistas, el escritor especialmente, con su vida rutinaria y monótona,
algo aún más insoportable para un autor de exuberancia creativa desbordada, que
le remite a los peces que dan vueltas una y otra vez y otra más, en torno a una
pecera, sin poder salir de ella.
¿Algo más que haya sorprendido? Hay que estar muy atento a los
detalles. Todo en esta película son detalles. Uno, tiene que ver con la
vertiente erótica. A fin de cuentas, Emma Penella es una corista. Las hechuras
de la época: cadenas anchas, ancas desbordantes, muslos fuertes, torso
desbordante. Tal era el modelo de belleza femenina que se exhibía en los espectáculos
de revista ¡Como han cambiado las cosas en los últimos setenta años!
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