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Mostrando las entradas con la etiqueta Antonio Vico

MANICOMIO (1954) – Fernando Fernán Gómez – Fracaso ayer, película de culto hoy

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En 1953, Fernando Fernán Gómez ya había actuado en una veintena de películas después de la guerra y se sentía con experiencia suficiente como para ponerse al otro lado de la cámara, asumiendo la dirección de una película. Lo hará rodeado por un grupo de jóvenes actores que darán mucho que hablar en los años siguientes. La película resultó un fracaso comercial, pero en la actualidad, es considerada como “película de culto”. Su propio director reconoció que el fracaso se debía a que era “demasiado literaria” y el espectador buscaba ocio. Y, sin embargo, es una buena película en donde la “normalidad” es “locura” y la “locura”, “normalidad”.   FICHA TITULO : Manicomio AÑO : 1954 DURACIÓN : 80 minutos DIRECTOR : Fernando Fernán Gómez GÉNERO : Comedia ARGUMENTO : La novia del protagonista es psiquiatra en un sanatorio situado en un lugar alejado. Le anima a que vaya a visitarla a su centro de trabajo y, nada más llegar allí, es confundido con un nuevo ingreso. Aclarado el equívoco, conoce

LA IRONÍA DEL DINERO (1955) – Edgar Neville - “La honradez recompensada, siempre; en España”

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Cuando Adolfo Marsillach ya en los años 70 lanzó en TVE su serie “Silencio se estrena”, en el curso de la misma, la censura impuso al pobre autor de una obra teatral, cuyo título era “La honradez recompensada”, el añadido “siempre”, para que no hubiera dudas y el prurito patriótico de “siempre, en España”. Pues bien, en esta película de Edgar Neville, realizada casi veinte años ante, este principio está presente: la honradez queda siempre recompensada. O no tanto.   FICHA TITULO : La ironía del dinero AÑO : 1955 DURACIÓN :   85 minutos DIRECTOR : Edgar Neville GÉNERO : Comedia ARGUMENTO : Cuatro historias que tienen como nexo común la relación de seres humanos con un dinero del que no disponen y casualmente encuentran. La moral enseñada en las escuelas y desde los púlpitos era clara al respecto: había que devolver la cartera a su legítimo propietario. No siempre se hacía y, por tanto, estas historias tienen distintos finales, ¿felices? Felices para unos, lamentables