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Mostrando las entradas con la etiqueta Irene Caba Alba

BARRIO (1947) – Ladislao Vadja – Simenón reinterpretado y Maigret carpetovetonizado

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Ladislado Vadja es de todos los cineastas extranjeros que han dirigido en España, el que resultó ser “más español”. Con influencias de la escuela expresionista weimariana, filmó su primera película en 1932. Tras trabajar en la Italia de Mussolini, se establecerá en España en 1943. Su nombre está ligado a películas como Marcelino pan y vino (1955) o El Cebo (1958), por las que merecería pasar a la historia del cine. En Barrio, adapta una novela de Georges Simenon. Y consigue una película, tan olvidada como inolvidable. Otro director de la época franquista a reivindicar. FICHA TITULO : Barrio AÑO : 1947 DURACIÓN : 68 minutos DIRECTOR : Ladislao Vajda GÉNERO : Drama ARGUMENTO : Un cobrador ha sido asesinado en un barrio infame. La investigación corre a cargo de un veterano inspector de policía que tarda poco en identificar a los sospechosos. Sin embargo, la maledicencia del barrio, atribuye el crimen a un hombre retraído y aislado que practica una especie de amor platónico hacia una ca

LA IRONÍA DEL DINERO (1955) – Edgar Neville - “La honradez recompensada, siempre; en España”

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Cuando Adolfo Marsillach ya en los años 70 lanzó en TVE su serie “Silencio se estrena”, en el curso de la misma, la censura impuso al pobre autor de una obra teatral, cuyo título era “La honradez recompensada”, el añadido “siempre”, para que no hubiera dudas y el prurito patriótico de “siempre, en España”. Pues bien, en esta película de Edgar Neville, realizada casi veinte años ante, este principio está presente: la honradez queda siempre recompensada. O no tanto.   FICHA TITULO : La ironía del dinero AÑO : 1955 DURACIÓN :   85 minutos DIRECTOR : Edgar Neville GÉNERO : Comedia ARGUMENTO : Cuatro historias que tienen como nexo común la relación de seres humanos con un dinero del que no disponen y casualmente encuentran. La moral enseñada en las escuelas y desde los púlpitos era clara al respecto: había que devolver la cartera a su legítimo propietario. No siempre se hacía y, por tanto, estas historias tienen distintos finales, ¿felices? Felices para unos, lamentables