VIVAN LOS HOMBRES LIBRES (1939) – EDGAR NEVILLE – PUESTO QUE HAY QUE EJERCER “MEMORIA HISTÓRICA”, EJERZÁMOSLA

Las guerras son terribles y las guerras civiles terribles elevado al cuadrado. Los apenas siete minutos de este corto de propaganda dirigido por Neville, lo confirman ampliamente. Cine de propaganda, sí, pero lo que se cuenta no es necesariamente falso. Nada de lo que saca Neville en pantalla es falso o imaginario. Aquí no hizo falta mentir, engañar, crear “fakes”: bastó solamente con mostrar la realidad de lo que fue un período triste en nuestra historia. Ese período que el revanchismo de izquierdas quiere que no olvidemos. Pues bien, recordémoslo…

FICHA

TITULO: Vivan los hombres libres

AÑO: 1939

DURACIÓN: 7 minutos

DIRECTOR: Edgar Neville

GÉNERO: Propaganda

ARGUMENTO: Recopilación de datos sobre la represión en zona republicana y, especialmente, sobre las checas y las condiciones de detención. Se trata de un documental con material de archivo, reconstrucciones dramatizadas y tomas del interior de la cheka más conocidas de Barcelona.

ACTORES: material documental

CLIPS

CLIP 1 – “FILMADO POCAS HORAS DESPUES DEL DESCUBRIMIENTO DE NEVILLE…”


CLIP 2 – CONTRA EL CRIMINAL ÁLVAREZ DEL VAYO. LA CHECA DE VALLMAJOR


CLIP 3 – VALLMAJOR COMO TESTIMONIO DE “LOS HOMBRES LIBRES”



CLIP 4 – “LOS CENTENARES DE PRISIONES DE LA ESPAÑA SOVIÉTICA”


 

Carteles y programas


 

Cómo localizar la película

(En los clips de la película presentado en este blog se encuentra la totalidad de su metraje)

A través de eMule: VIVAN LOS HOMBRES LIBRES (1ª opción)

A través de eMule: VIVAN LOS HOMBRES LIBRES (2ª opción)

Lo menos que puede decirse sobre VIVAN LOS HOMBRES LIBRES

Los documentales de propaganda siempre han sido lo que son hoy: mostrar una realidad, más o menos deformada para servir a los intereses del emisor. Así pues, si Vivan los hombres libres, puede ser definido como un “corto de propaganda”, ¿habrá que desecharlo como documento histórico? No exactamente. Fuera de la exaltación de algunas expresiones, lo cierto es que las imágenes que nos presenta son auténticas y, en su esencia, lo que se cuenta se corresponde bastante bien con la realidad de lo que ocurrió. Puede ser discutible, por ejemplo, el que se atribuya a la generalitat de Cataluña sea considerada como “responsable activa” de los 9.000 asesinatos cometidos en aquella región entre julio y septiembre de 1936. Companys, hombre pusilánime, de debilidad manifiesta, no se atrevió a cortar en seco las matanzas realizadas por la FAI, a la que debió el fracaso de la sublevación del 18 de julio en Barcelona, simplemente, les “dejo hacer”. Con eso bastó para que Cataluña se convirtiera en campo libre para los extremistas de la FAI, para sus asesinatos, sus exacciones, sus venganzas y la destrucción interesada de archivos del Ministerio de Justicia. Y en cuanto a las chekas, las “sacas” en las que fueron asesinados sin juicios, miles de personas en distintas cárceles, o el nombre siniestro de Paracuellos del Jarama, que perseguirá la memoria de Santiago Carrillo en el rincón del infierno en el que se encuentre, no pueden negarse.

El documental fue filmado por Neville inmediatamente entraron las tropas de Franco a Barcelona y comprobaron las dimensiones de lo que había ocurrido. El director no puede evitar sorprenderse y sentir una sensación de ira por lo que ve en la calle Vallmajor. Y aquí no eran los anarquistas de la FAI quienes mantuvieron una cárcel privada en la que se ejercía sistemáticamente la tortura sobre los detenidos, sino la inteligencia soviética que tenía a los militantes del PSUC, rama catalana del PCE, como títeres bien amaestrados por el estalinismo. Companys, a todo esto, que en los primeros meses de guerra dejó barra libre a los anarquistas, luego, presionado por los suyos -los separatistas de Estat Catalá y miembros de su propio partido, intentaron un golpe palaciego contra él en noviembre de 1936- volvió a mirar a otra parte, pero esta vez para no ver las atrocidades cometidas por los chekistas enviados por Stalin. ¿A alguien le puede extrañar que cuando se estableció en el exilio, Companys fuera considerado un político nefasto para todos y que estuviera literalmente solo, atacado por sus ex camaradas y olvidado por todos, salvo por la policía franquista deseosa de hacerle pagar los crímenes cometidos bajo su presidencia de la gencat?

Lo que más llamó la atención de Neville -y es lo que ocupa la parte central del documental- fueron las tarjetas y los objetos personales que encontró allí. Eran los testimonios mudos de una masacre. En el curso del paseo, desde la silla del cancerbero, junto a la pared, vio una inscripción irónica: “vivan los hombres libres” que daría título al documental, por lo que de burla tenía a cualquier ética y moral.

Hay que excluir completamente que algo de todo esto fuera construido con posterioridad a la llegada de las tropas nacionales a Barcelona. Tal como se dice en los créditos iniciales y tal como Neville contó en distintas ocasiones hasta su muerte, pudo visitar la Cheka de Vallmajor -que ocupa la casi totalidad del documental- pocas horas después de la huida de los republicanos de la ciudad. Si la Cheka fue localizada con tanta velocidad se debió al testimonio de los miembros de la “quinta columna” barcelonesa, en la que participaban cuatro grupos: falangistas, regionalistas miembros de la Lliga, tradicionalistas y católicos. A lo largo de los años habían realizado un “mapa” de los centros de detención y tortura anarquistas y comunistas relativamente completos. La Cheka de la calle Vallmajor era un “secreto a voces” en la Barcelona republicana.

En la última parte del documental, la ira de Neville -un hombre habitualmente tranquilo y que, precisamente, en aquellos meses estaba preparando el guion de Frente de Madrid que rodaría luego en Italia y que sería el primer canto a la reconciliación, por su escena final, en la que un soldado nacional y otro republicano caen heridos de muerte en la tierra de nadie- se desata: la voz en off afirma que estos crímenes no eran obra de “grupos incontrolados” y “bandas partidarias”, sino que estaban avalados y autorizados por el gobierno de la República. Esta es la parte que más críticas ha suscitado por parte de los partidarios de la “memoria histórica” hoy oficialista, a los que les cuesta trabajo pensar que Azaña y los socialistas pudieran autorizar tales masacres. Lo incuestionable es que, aunque no fueran ellos quienes hubieran autorizado a los agentes de la “Cheka” soviéticos, si los toleraron y sabían perfectamente lo que estaban haciendo en España, al igual que Companys, después de mayo del 37, cuando los comunistas quedaron dueños del terreno, era consciente de la existencia de cárceles ilegales y centros de tortura.

A Neville, además del dolor que le genera, como a todo ser humano bien nacido, la existencia de estos centros de tortura y detención ilegales, era que, en la escena internacional, las “naciones democráticas” habían tomado partido por la república evitando pronunciarse sobre estos crímenes. La Sociedad de Naciones, ese portento de incapacidades, no sale precisamente bien parada.

Los siete minutos de proyección resultan impactantes todavía hoy. A Neville se le atragantó la filmación y de ahí extrajo la idea de “reconciliación”. Era necesario denunciar los crímenes cometidos en aquellos momentos, era necesario terminar de una vez por todas la guerra y era necesario que, una vez hubieran callado las armas, las dos Españas se reconciliaran. De ahí la última escena de Frente de Madrid, filmada en Italia ese mismo año, solo unos meses después de su visita a la calle Vallmajor. Había que poner en su lugar a quienes permitieron todos esos crímenes. Companys entre otros. Y luego había que superar el traumatismo generado.

Hacia los años 50, todo esto ya había quedado muy atrás. Neville nunca volvió a repetir en ningún filme lo que vio. Incluso su última película, Mi calle, registra también ese mensaje de reconciliación entre las “dos Españas”. Nadie podrá acusar a su vine de haber mantenido en pie ni ansias de venganza, ni odios seculares. Por eso, resulta todavía más gratificante ver hoy su cine, incluido sus documentales sobre la guerra civil, que las noticias generadas por el gobierno socialista (ayer por Zapatero y hoy por Sánchez, siempre estimulados por los restos del Partido Comunista de España) que tienen como objetivo la “recuperación de la memoria histórica”. Esto es “memoria histórica” y no nos extrañe que los republicanos no queden muy favorecidos. Se nota que, incluso ochenta años después de su derrota, no la han asimilado todavía. El Ministerio de la Verdad orwelliano no se ve -todavía- con el valor para negar lo que ocurrió entre 1936 y 1939, pero si elude el hecho de que fueron los republicanos -y con ellos los socialistas y comunistas- quienes resultaron derrotados. Tampoco les gustan las imágenes de Barcelona pocas horas después de que las tropas de Franco entraran por el Tibidabo: la muchedumbre -entre ellos mi madre que había trabajado en el Tribunal Supremo y que ra completamente apolítica- les recibió entusiasmada. Neville no lo registra con su cámara, porque tenía los ojos empañados filmando Vivan los hombres libres.

Otros enlaces:

EL HOMBRE DE LAS CHECAS – LA HISTORIA DE ALFONSO LAURENCIC, EL ARTISTA DE LA TORTURA – Susana Frouchmann

EL ORIGEN DE LAS “CHECAS” – HISTORIA NATIONAL GEOGRAPHIC

LA CHECA DE VALLMAJOR, UNA CASA DE LOS HORRORES EN BARCELONA – blog guerra en Madrid

MONUMENTOS SACROS EN LLAMAS (1936-1939) – J.M. Martí Bonet

EDGAR NEVILLE, HUMORISTA Y PRESIDIARIO – Santiago Aguilar y Felipe Cabrerizo 








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