A HIERRO MUERE (1962) – Manuel Mur Oti – El caso de la abuela asesinada por el sobrinito y su amante

Con Mur Oti tenemos otro ejemplo de un republicano que estuvo incorporado en la división de “El Campesino” y que luego, en la postguerra, figuraría entre los mejores directores españoles de cine durante el franquismo. En A hierro muere, el cine negro español alcanza otra de sus más altas cuotas. Y, como no podía ser menos, se trata de otro director y de otra obra completamente relegados al olvido.

FICHA

TITULO: A hierro muere

AÑO: 1962

DURACIÓN: 99 minutos

DIRECTOR: Manuel Mur Oti

GÉNERO: Negro

ARGUMENTO: Una expresa consigue un trabajo de enfermera gracias a su madre. Simpatiza con el sobrino de una multimillonaria y éste le propone asesinarla. La policía sospechará de ambos que tratarán de eludir la detención creando pistas falsas y aumentando sus culpas.

ACTORES: Olga Zubarry, Alberto de Mendoza, Luis Prendes, Katia Loritz, José Nieto, Eugenia Zúffoli, José Bódalo, Manuel Dicenta, Luis Peña

 

CLIPS

CLIP 1 – SALIENDO DE LA CÁRCEL


CLIP 2 – EL SOBRINO Y LA ENFERMERA


CLIP 3 – UNA PROPUESTA INDECENTE


CLIP 4 – RECAIDA INESPERADA


CLIP 5 – SEGUNDO INTENTO


CLIP 6 – CUANDO EL MEDICO DESAPARECE DE ESCENA


CLIP 7 – “ADIOS AMOR...”, PREPARANDO COARTADA EN EL CABARET


CLIP 8 – LA POLICÍA, LOS FAMILIARES Y LOS SOSPECHOSOS


CLIP 9 – EL DEMONIO DE LOS CELOS


CLIP 10 – EN EL TREN DE LA MUERTE


Carteles y programas

 

 

Cómo localizar la película

En FlixOlé: A HIERRO MUERE

A través de eMule: A HIERRO MUERE (formato MKV)

A través de eMule: A HIERRO MUERE (formato AVI)

 

Lo menos que puede decirse sobre A HIERRO MUERE

Hacía doce años que la cinematografía española estaba alumbrando las mejores películas de género negro de su historia. Y todavía quedaba un lustro hasta que el género empezara a decaer. En ese momento, un director todoterreno, Manuel Mur Oti, lanza esta cinta sombría, apasionada, tensa, dura, poco después de que Julio Salvador, estrenara Han matado a un cadáver. Esta es una de las cintas más brillantes de los años álgidos del género negro español.

Mur Oti fue un director relativamente prolífico. Entre 1949 y 1976 filmó 23 películas y colaboró como guionista en otras 22. Incluso participó en tres como actor. Además, escribió una novela, una comedia y un libro de poesías. Olvidado a partir de principios de los años 80. En 1993, cuando ya tenía 84 años, se le concedió un Goya de honor, pero no fue suficiente como para que su obra fuera recordada. Cuba, a la que viajó y en la que residió durante diez años en su adolescencia, le fascinó y dedicó a la isla algunas de sus comedias y poesías. Regresó a España en 1933, y empezó a publicar artículos en el diario El Socialista. Durante la guerra, se incorporó a la división de Valentín González “El Campesino”. Allí conocería a Antonio del Amor. Estos datos lo clasifican como un cineasta republicano, de izquierdas. Permaneció unos meses exiliado en Francia en un campo de concentración y, de regreso, se estableció en Madrid. Allí se encontró con Del Amo, con quien creó Sagitario Films en 1947. Las tres películas de Del Amo tuvieron como guionista a Mur Oti. Luego se independizaría y crearían una productora propia, Celta Films en 1953, después de desavenencias en el rodaje de Wolfran (1950). Su primer gran éxito fue la adaptación de Fedra, una tragedia de Sénera adaptada y que protagonizó Emma Penella y Vicente Parra, ambos extremadamente jóvenes. Los años 50 registraron su despegue definitivo y la consideración de ser uno de los mejores directores del cine español. Después del rodaje de A hierro muere y tras el éxito de El batallón de las sombras (1957), su cine empezaría a decaer en producciones comerciales, alimentarias y con pocas ambiciones. No se contentó con dirigir, escribir y guionizar, también se interesó por la distribución de las producciones españolas en los EEUU y creó en Manhattan, “Cine Spain”, para promocionar nuestro cine en la patria de Hollywood. En su última etapa, durante la segunda mitad de los 70, se dedicó casi por completo a adaptar obras de distintos autores a la pequeña pantalla. Fue un hombre, genial que fallecería en 2003 a los 94 años de edad. Hoy, es otro, otros más, de los grandes olvidados de nuestro cine.

En A hierro muere, plantea un tema clásico: lo que una mujer está dispuesta a hacer por conservar el amor de un hombre y el despecho que puede albergar cuando se siente traicionada. El libreto de la película se basó en la novela del argentino Luis Sastavsky, “A sangre fría”. Enrique Llobet realizó la adaptación y el resultado fue una película que figura en el catálogo de las mejores del cine español en el puesto 138, pero que nosotros adelantamos, como mínimo, 75 puestos por encima.

“Elisa” (Olga Zubarry) ha permanecido presa durante cinco años y sale en libertad. Quiere estabilizar su vida, pero la cárcel le ha dejado marcada. Su madre le consigue un puesto de trabajo en la casa en la que trabaja como ama de llaves. Deberá cuidar a una anciana cantante de ópera multimillonaria, cuya casa es frecuentada por su sobrino del alma, “Fernando” (Alberto de Mendoza), un auténtico tarambana, que sabe poco más que tocar el piano. Al ver a “Elisa” en la casa, “Fernando” se interesa por ella y la corteja. En realidad, lo que quiere es que le ayude a deshacerse de su tía: ella, en tanto que enfermera, encargada de su cuidado, puede administrarle cualquier veneno y nadie notará el crimen dada la mala salud de la anciana.

Tras dudarlo, acepta solamente cuando “Fernando” le confirma que se casarán. Él, por supuesto, no tiene intención de haberlo y mantiene relaciones con “Luisa” (Katia Lotiz), una cantante de cabaret, pero el primer intento falla por la presencia del médico (Manuel Dicenta). El segundo intento, es descubierto por el mismo médico y la pareja se ve forzada a deshacerse de él. Luego deberán ocultar el cadáver. Sin embargo, la policía ya sospecha de ellos y está tras su pista. “Elisa” sospecha que “Fernando” le está traicionando con su ex novia y amenaza con desvelarlo todo.

Tal es el planteamiento general de la película de la que cabe decir que todos sus cabos están muy bien atados. Nada queda al aire y nada es imposible. Las actuaciones de la pareja protagonista, dos actores hoy poco recordados, constituye el gran puntal de la cinta: Olga Zubarry, también conocida como “La Vasca”, actriz argentina, extraordinariamente famosa en su tierra natal, filmó en el curso de su dilatada vida, 83 años, medio centenar de películas entre 1943 y 1997. A partir de principios de los 70, su rostro fue uno de los más habituales en distintos programas de la televisión argentina e incluso trabajó para Narciso Ibáñez Menta y luego para su hijo, Ibáñez Serrador. En cuanto a Alberto de Mendoza, de origen también argentino, pero fallecido en España en 2011 a los 88 años de edad, actuó en un centenar de películas, muchas de ellas spagheti-westerns, junto a los actore más prestigiosos de los años 60 y 70. A pesar de haber protagonizado varias películas en España, su rostro es mucho más conocido en Argentina. El que se le concediera el premio al mejor actor en el Festival de Málaga de 2010, no evitó que su carrera esté hoy en España prácticamente olvidada.

La película A hierro muere, tiene a un reparto compuesto por secundarios de lujo: Luis Prendes, José Nieto, una fugaz aparición de José Bódalo, Manuel Dicenta, Luis Peña, Félix Dafauce, etc. Es una película a la que no le falla nada: el montaje es bueno, la fotografía consigue un juego de claroscuros que aumenta el dramatismo de algunas escenas. La tensión que se respira en algunas escenas, solo ha sido igualada en el cine por algunas obras de Hitchcock. Hay mucho realismo e, incluso, detalles expresionistas. Para algunos se trata de la mejor película de Mur Oti. No es nuestra opinión, pero, en cualquier caso, se trata de una de las obras maestras del género negro español y del cine filmado en el período franquista.

 

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