CARLOTA (1958) – Enrique Cahen Salaberry– ¿Quién ha matado a Carlota?

Estas cosas no podían pasar en España: era mejor ambientar una trama en la que una mujer, aparentemente psicópata, liquidaba a todo el que se ponía por delante, entre las brumas de Londres. El intrépido policía español, para la ocasión, pasaba a ser un inquisitivo detective de Scotland Yard, con atuendo a lo Sherlock Holmes. El marido era un Juanjo Menéndez y la esposa alucinada Ana Mariscal. Una película atípica dentro del género negro español.

FICHA

TITULO: Carlota

AÑO: 1958

DURACIÓN: 100 minutos

DIRECTOR: Enrique Cahen Salaberry

GÉNERO: Negro

ARGUMENTO: Un marido recién casado está preocupado por las muertes misteriosas que parecen acompañar la vida de su esposa desde hace años. Invita a cenar al domicilio familiar a un investigador de la policía británica, pero cuando llegan, después de charlar un rato con el “Bobby” que está de guardia en el barrio, se encuentran con que la mujer ha sido estrangulada. Hasta el final subsistirá el misterio de quién es el asesino y se sabrá mediante flahsbacks.

ACTORES: Ana Mariscal, Juanjo Menéndez, George Rigaud, Julia Caba Alba, María Dolores Pradera, Adriano Domínguez, Pastor Serrador

 

CLIPS

CLIP 1 – CREDITOS, BOBBYS Y BRUMAS DE LONDRES



CLIP 2 – TRES PERSONAJES Y LA MUJER YA CADÁVER



CLIP 3 – CARLOTA, UN PERSONAJE FASCINANTE Y MISTERIOSO



CLIP 4 – HAY ALGO DENSO, PESADO Y DESAGRADABLE EN ESA MANSIÓN



CLIP 5 – “MISS MARGARET”, LA GRAN AMIGA DE CARLOTA (AQUELLA JUVENIL Mª DOLORES PRADERA)



CLIP 6 – CARLOTA LA SINIESTRA. LOS MUERTOS DE LA MANSIÓN.



CLIP 7 – TODOS MUERTOS POR FALLO CARDÍACO Y EL JUEGO DE LAS SOSPECHAS



CLIP 8 – LAS ABUELAS AMIGAS TAMBIÉN SOSPECHAN…



CLIP 9 – “¿SABES DE ALGUNA MEDICINA BUENA PARA EL ESTOMAGO?... Y EL FARMACÉUTICO NEURÓTICO



CLIP 10 – UNA VISITA EN LA NOCHE Y UNA REVELACIÓN (TODO EMPIEZA A ENCAJAR)



CLIP 11 – NADA ES LO QUE PARECE…


 

Carteles y programas

 

  

Cómo localizar la película

A TRAVÉS DE EMULE: CARLOTA

A TRAVÉS DE YOUTUBE: CARLOTA

 

Lo menos que puede decirse sobre CARLOTA

Otra rareza de los años 50: una película española, con un director argentino, un co-coprotagonista de origen francés nacido en Argentina, Jorge Rigaud, ambientada en Londres y que es, a la vez, una película dramática, pero con un indudable trasfondo cómico. Para colmo, en la filmografía de su director, Enrique Cahen Salaberry, esta película ni siquiera figura (aunque los créditos confirman su paternidad), lo que no debe sorprendernos mucho, sobre todo si tenemos en cuenta que la cinta tampoco figura en la filmografía de Juanjo Menéndez, el otro co-protagonista. Se sabe poco de esta película y de ella apenas consta que el guion fue elaborado a partir de un texto del mismo título.  Miguel Mihura. La película es, en cualquier caso, tan extraña como notable. Casi diríamos, inesperada.

Veamos, en primer lugar, su temática. La trama no nos sitúa, ni entre los campos de castilla, ni en las arideces de Andalucía, ni en las lluvias del Cantábrico, sino entre las brumas de Londres. Estamos a principios de siglo. Ya existía el personaje de Sherlock Holmes y la estética cinematográfica de los años 40, ya le había otorgado ese al personaje esa atuendo particular que Conan Doyle jamás le concedió. Es el que luce George Rigaud, para la ocasión “Douglas Hilton”, famoso detective de Scotland Yard, invitado a cenar por “Charlie”, un marido, aparentemente temeroso de que su esposa pueda cometer otra barbaridad. La esposa, a todo esto, es “Carlota”, una mujer de buen ver y mejor posición económica que se casa con un modesto empleado de banca. Inmediatamente después e la boda, se trasladan a la mansión de la esposa en un barrio apartado de Londres. Los bajos han sido alquilados a un farmacéutico que maneja todo tipo de productos químicos peligrosos.

La primera noche de bodas constituye un verdadero fracaso: ella le confiesa que ha matado a su anterior marido y que lo ha hecho “por amor”, para poder casarse con él. La sirvienta y su marido el cochero son, así mismo, inquietantes y no ocultan la hostilidad que deparan a “Charlie”. Esa misma noche empieza a intuir que otras personas también han muerto en aquella casa en extrañas circunstancias. Y todo esto le lleva a pensar que su esposa -que sufre “ausencias” y cae en frecuentes situaciones de trance- tiene algún tipo de locura que le induce a matar a la menor excusa.

Aquella noche, cuando “Charlie” ha invitado al “detective Hilton”, ambos se detienen en el portal de la mansión, para hablar con el “Bobby” que está de guardia en el barrio. En la ventana del primer piso se oye a Carlota tocar el piano. Sin embargo, cuando “Charlie” intenta abrir la puerta, no puede, ni Carlota atiende a su llamada: cuando logran entrar, ha sido asesinada. En los 90 minutos restantes, mediante una serie de flashbacks, veremos que el inquisitivo detective logra averiguar lo ocurrido.

Pero lo sorprendente es lo que ha ocurrido. Carlota no era ninguna psicópata, ni mucho menos una asesina en serie. Era algo siniestra, eso sí, y, sobre todo, aburrida. Le faltaba ingenio, alegría de vivir y habilidades sociales, así que, inspirada por un par de amigas mayores que ella, decide inventarse una vida de crímenes y delitos para poner un poco de picante en su hogar y convertir una vida aburrida y monótona en la de una ingeniosa asesina. Eso, finalmente, es lo que le llevará a la muerte.

Tal es el guion, completamente absurdo, basado en un artificio forzado que podría no dar resultado de no ser porque el argumento está perfectamente cerrado y, sobre todo, porque sobre el escenario -casi teatral- evolucionan actores consumados. Es hora, por tanto de hablar de ellos.

“Carlota” es Ana Mariscal que aquí demuestra, una vez más, ser un todoterreno cinematográfico: no solo da el mismo resultado a uno y a otro lado de la cámara, como directora y como actriz, sino que, además, asume registros muy diferentes, dramáticos, históricos, cómicos, burgueses, o como en esta cinta, todos ellos fundidos en su papel. Cuando se filma esta película, Ana Mariscal es ya uno de los rostros más populares de la pantalla española y de las mujeres más reconocidas en el medio cinematográficos.

Juanjo Menéndez, en cambio, es entonces un actor que apenas ha filmado media docena de películas en papeles de reparto. Ha sido elegido para encarnar a “Charlie”, el marido, por su aspecto de “lechuguino”, al igual que Pastor Serrador -el primo hermano de Chicho Ibáñez Serrador- que aquí encarna al farmacéutico del que todos sospechan que ha facilitado los venenos a “Carlota”.

En cuanto a Georges Rigaud era, ya en la época, un actor consumado que llevaba apareciendo en el cine desde la primera versión de Fantomas (1932) y cuya última aparición en pantalla tendría lugar a principios de los 80. Los años le habían dado una prestancia y un estilo que lo encasillaban, habitualmente, en papeles de aristócrata, hombre refinado, en ocasiones, “pillo” y en otras inquisitivo y perspicaz. Es éste el papel que encarna aquí asumiendo el rol de “Douglas Hilton”, el detective que Scotland Yard.

Pero hay un cuarto personaje que, inicialmente, parece de simple reparto, pero que irá ganando protagonismo. Se trata de María Dolores Pradera, “Margaret” en la película. Es una presencia inesperada, porque dicho nombre se asocia inevitablemente a la canción. Esta sería, de hecho, una de sus últimas apariciones cinematográficas, antes de que se decantara definitivamente por la canción. Es apenas reconocible, extraordinariamente juvenil, encarna aquí a una amiga de “Carlota”, a su vez enamorada y sin cuya presencia el drama hubiera sido imposible de cerrar.

Con estos mimbres, la trama progresa y lo hace de forma cada vez más sorprendente. Abundan los giros imprevistos: sospechamos que éste o aquel puede ser el asesino, pero no será hasta los minutos finales cuando estemos definitivamente orientados en la resolución del misterio. Los actores, conscientes de que están realizando una “comedia negra”, sobreactúan en algunos momentos, en otros, simplemente, su expresividad facial hace que huelguen las palabras. Abundan las frases ingeniosas, los imprevistos y las sorpresas. Y eso a lo largo de toda la trama.

Solo unas palabras más sobre Cahen Salaberry. Está considerado como uno de los directores más prolíficos del cine argentino. Buena parte de sus trabajos fueron comedias y programas de humor. Entre 1957 y 1959 filmaría cuatro películas en España: Susana y yo (con Abe Lane que luego sería esposa de Xavier Cugat y en la que participó también Juanjo Menéndez), cronológicamente, después filmó Carlota y en 1959 estará al frente de otras dos producciones filmadas en nuestro país: Venta de Vargas, con Lola Flores y su marido “El Pescailla”, y Parque de Madrid con Fernando Rey, Toni Leblanc, Juanjo Menéndez y otros actores de moda en la época. Luego volverá a España entre 1962 y 1963 para rodar Mentirosa y Millonario por un día, ambas igualmente de género cómico-desmadrado. De su amplia filmografía este será su paso por España. Ninguna de estas películas es particularmente recordada en la filmografía nacional. Ésta, Carlota, es, seguramente, la que le dio más fama y la más consistente. Prácticamente, por sus películas desfilaron todos los cómicos de la República Argentina, desde 1945 hasta 1986. Es curioso constatar que, al igual que otros buenos directores de cine español, tuvo una tendencia, especialmente en el último tramo de su carrera hacia la versión argentina del “destape” y a películas puramente alimentarias.

Mihuera había escrito Carlota, inicialmente, como obra de teatro. Se estrenó en 1957 con gran éxito en el Teatro Infanta Isabel de Madrid. En aquella ocasión, “Carlota” era Isabelita Garcés. Además de la versión cinematográfica que comentamos, en 1981, se filmó un remake dirigido por Stefano Bolla, con Silvia Pinal como protagonista. Y, así mismo, fue llevada a la pequeña pantalla en el Estudio 1 de 1965 (con Irene Gutiérrez Caba de protagonista y Alfredo Landa como su marido y, posteriormente en el Estudio 1 de 2000 con Mercedes Sampietro y Fernando Huesca de protagonistas.


Otros enlaces:

Texto de la obra de teatro: CARLOTA DE MIGUEL MIHURA

Estudio 1: Carlota (escenificación del año 2000)

Sobre la obra teatral: CARLO DE MIGUEL MIHURA








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