CONTRABANDO (1956) – Julio Salvador – Una de las películas más extrañas del cine español.
Película inesperada, con dos versiones, español y norteamericana.
Eso es, hasta cierto punto normal en aquella época. Lo que no es tan normal es
que, en los créditos de aluda a la “Señorita Anouk” que luego resulta ser Anouk
Aimé. La historia es multinacional: los Pirineos franceses, Dover, Calais,
Barcelona, para ilustrar una historia de contrabandistas de relojes de lujo con
actores ingleses, norteamericanos, españoles, franceses y con Julio Salvador al
frente de la versión española.
FICHA
TITULO: Contraban Spain, Contrabando
AÑO: 1955
DURACIÓN: 78 minutos
DIRECTOR: Julios Salvador
GÉNERO: Negro
ARGUMENTO: Un grupo de atracadores
roba un alijo de relojes y de oro en Francia. Pero en el curso del atraco resulta
muerto uno de los miembros de la banda, cuyo hermano, norteamericano, es un
investigador policial que viene a España para tratar de localizar y encarcelar
al resto de la banda. Conocerá a la presunta novia de su hermano de la que se
enamorará.
ACTORES: Richard Greene, Anouk
Aimée, Michel Dennison, José Nieto, Alfonso Estela, Conrado San Martín, Antonio
Almorós, G.H. Mulcaster, Robert Ayres, Richard Warner, John Warwick, Philip
Saville, Arnold Bell, Olive Milbourn
CLIPS
CLIP 1 – CRÉDITOS: CUANDO ANOUK AIMÉ ERA SOLO “ANOUK” Y “LA
SEÑORITA ANOUK”
CLIP 2 – ATRACO EN LA FÁBRICA DE RELOJES
CLIP 3 – UN CADÁVER Y UNA CANDANTE VESTIDA DE ROJO
CLIP 4 – EL HERMANO DEL ATRACADOR FALLECIDO: UN FUNCIONARIO
NORTEAMERICANO
CLIP 5 – LEE SCOTT EN BARCELONA EN PLAZA ADRIANO
CLIP 6 – UNA VISITA MÁS ALLÁ DE LA MEDIA NOCHE
CLIP 7 – UN INTENTO DE SECUESTRO FRUSTADO
CLIP 8 – EL AMIGO, CARA A CARA CON EL JEFE DE LA BANDA
CLIP 9 – VOLVIENDO A URDOS Y UN CURIOSO MATRIMONIO BRITÁNICO
CLIP 10 – ENCERRADO EN EL ALMACÉN DE LA BANDA
CLIP 11 – “ESAS PLANCHAS LE VAN A COSTAR MUY CARAS”
Carteles y programas
Cómo localizar la
película
A TRAVÉS DE EMULE: CONTRABANDO
(Versión MKV)
A TRAVÉS DE EMULE: CONTRABANDO
(Versión divx)
Lo menos que puede
decirse sobre CONTRABANDO
Contrabando fue una de esas películas realizadas en doble versión:
inglesa, dirigida por Lawrence Huntington, y española con Julio Salvador al
frente. Es, desde el principio, una coproducción anglo-española. La parte
española, por cierto, estaba a cargo de Producciones Alfonso Balcázar, con sede
en Barcelona. Sin embargo, lo más sorprendente de esta película no es que,
ingleses y españoles se la repartieran a partes iguales, sino que parte de la
trama está ubicada en Francia, la protagonista es una misteriosa actriz que, en
los créditos, figura como “Anouk”, añadiéndose que “La Señorita Anouk está
vestida por Balenciaga”, el coprotagonista es un funcionario de finanzas
norteamericano y termina en el Reino Unido… Si alguien cree que “lo
multinacional” nació en los 90, como vemos, se equivoca.
El mismo guion fue elaborado por Lawrence Huntington y los
diálogos adaptados a la versión española por Luis Trías de Bes. En general, la
película, a pesar de poder ser considerada como “cine negro” y de ubicarse en
el mejor momento de este género en España, no es, ni fue en su época, una “obra
maestra”. Es una obra rutinaria, no particularmente bien interpretada; falló
sobre todo el casting y falló el guion a la hora de dar “profundidad” a los
protagonistas. Relata hechos y lo hace con cierto dinamismo, pero no logra
explicar las reacciones de los protagonistas, ni aportarnos gran cosa sobre
ellos mismos. Empieza siendo la peripecia de un funcionario de finanzas
norteamericano que llega a España para investigar qué ha ocurrido con su
hermano asesinado tras participar en un atraco, y termina siendo una retorcida
historia de falsificación de dólares, robo de relojes y, como reza el título, “contrabando”.
En medio, lo que hay es una relación hombre-mujer que, como cabía esperar desde
el principio, termina en los altares. Mientras se ve la película, todo esto
parece fluido y sin grandes saltos, pero cuando aparece el rótulo de “fin” y
meditamos sobre lo que hemos visto, advertimos que al guion le falta
consistencia.
Vayamos por los protagonistas. “Anouk”, tal como aparece en los
créditos iniciales, no es otra que Nicole François Florence Dreyfus, nombre que
tampoco dice mucho, salvo por el hecho de que el apellido “Dreyfus” está
vinculado al famoso escándalo de espionaje que estalló en Francia a principios
del siglo XX, protagonizado por un oficial del ejército de origen judío. El padre
de “Anouk” era, precisamente, judío y seguramente por estas referencias
históricas, muy vivas todavía a mediados del siglo XX, Nicole François Florence
pasó a ser “Anouk” y el polémico apellido Dreyfus se convirtió en “Aimée” (amada).
Su padre, Henry Dreyfus también había optado por alejar los fantasmas generados
por el apellido, realizando su carrera como comediante bajo el seudónimo de “Henry
Murray”. “Anouk” había debutado tempranamente, justo después de la guerra, en
1947 cuando apenas contaba 14 años. Tuvo una buena formación como actriz y a
finales de la década ya era un rostro relativamente conocido en la pantalla
francesa. Rodó en ese período muchas películas en Italia a la orden de
Alessandro Blasetti, Serbio Leone, Vittorio de Sica y, posteriormente, de Fellini,
de Marco Belocchio y de Roberto Bertolucci. Será en los años 60 cuando su
cerrera llegue al cénit con Un hombre y una mujer (1966), interpretada al
alimón con Jean Louis Trintignant. Basó su éxito en una mirada enigmática que
le acompañó hasta la tercera edad y que le facilitó “ligues” y matrimonios con
personajes muy conocidos. Cuando ese encanto disminuyó fue cuando se dedicó a “salvar
al planeta” y a participar en campañas de protección de los animales
(especialmente simios).
Si Anouk Aimée es en esta película la “mujer fatal”, Richar
Greene, actor hoy casi completamente olvidado, fue el “severo investigador” que
sigue la pista de la banda de delincuentes. Greene no pasó a la historia del
cine por filmar esta cinta, sino por otra actividad que inició el mismo año en
la que se rodó: asumir el papel de “Robin Hood” en la serie británica que se
prolongó entre 1955 y 1960 con el nombre de Las aventuras de Robin Hood.
Acabada la serie, siguió filmando pero cada vez más sumido en cintas de serie
B, de las que las peores serían, sin duda, Fu Manchú y el beso de la
muerte y El
Castillo de Fu Manchú, a las órdenes del inefable, de las que lo
mejor que puede decirse es que fueron lamentables y, prácticamente, liquidaron
su carrera como actor (después solamente filmaría Tales from the Crypt
en 1972).
La película, como ya hemos dicho, es una sucesión de escenas,
bastante dinámica, pero muy incoherentes que nos llevan de un lugar a otro de
la geografía europea cincuentera. Lo esencial de la película, eso sí, se filmó
en pueblo catalanes y en la frontera hispano-francesa. El pueblo de Urdos,
efectivamente, existe en los Pirineo Centrales franceses y las casas de campo y
chalets que se ven, pertenecen a la parte española. Significativamente, la
versión francesa de la película se proyectó con el título de Muerte,
droga y compañía, como denotando que eran muchas cosas las que estaban
amontadas en esos metros de celuloide. La versión inglesa, por su parte, se
tituló Contraband Spain. Y la española se redujo a la mínima
expresión: Contrabando, si bien, lo que se dice “contrabando”
aparece poco y muy difuminado.
El relato se inicia con un atraco en una fábrica de relojes en
Francia. Los circunspectos miembros de la banda no pueden evitar que uno de los
suyos resulte herido y, entre dejarlo en el hospital y que le puedan seguir la
pista, y rematarlo, optan por lo segundo. Pero se trata de la “oveja negra” de
una familia “de bien”: un norteamericano cuyo hermano es investigador de la
policía fiscal de los EEUU. Será enviado a España para investigar el crimen que
cree está relacionado con una red, más que de contrabandistas de relojes, de
contrabandistas de oro ilegal, aunque luego resulte que se tratará de un caso
de dólares falsos… Para tratar de dar algo de coherencia a todo esto lío, el
guion establecerá que el oro es comprado a familiar nobles empobrecidas a las
que se paga con dólares falsos. Los relojes, eso sí, quedan fuera de este
negocio…
La primera pista que tiene el investigador norteamericano es un
domicilio de Barcelona en donde ha vivido su hermano. Está situado en la plaza
Adriano y allí recibe la visita de una enigmática mujer que resulta ser amiga
del hermano. Es, claro está, Anouk Aimée (“Elena”) y el investigador, el bueno
de Richard Greene. “Elena” estará a punto de ser secuestrada pero el
norteamericano la salva y, a partir de ahí, se inicia su aventura en común que
los llevará a Francia, donde localizarán el almacén donde están almacenados los
relojes robados. De ahí pasarán a Calais y un trasbordador los llevará hasta Dover
siguiendo la pista de los famosos relojes, porque, al final es un pacífico
matrimonio británico el que está detrás de la operación. Todo terminará bien,
de regreso, cuando la pareja Anouk-Greene regresen a España siguiendo la misma
ruta en sentido inverso, pero, ahora ya, convertidos en matrimonio.
La película obtuvo una calificación moral de 2, lo que la hacía autorizada para jóvenes. Y, ciertamente, hay un mensaje moral en toda la trama. Ganan los buenos, y estos solamente duermen en la misma cama una vez santificado el vínculo. Los malos, claro está, mueren. Por cierto que el jefe de la banda de falsificadores no es otro que José Nieto, el “hermano republicano” del protagonista de Raza que termina ganado -y fusilado- para la causa nacional.
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