EL PASADO TE ACUSA (1958) – LIONELLO DE FELICE – DIEZ NEGRITOS EN LA COSTA BRAVA
No es una gran película, le falta algo de garra, acaso porque el
director no se movía bien en este género, pero sobran capacidades actorales de
los protagonistas y el guion es aceptable. Nos muestra a distintos personajes
de la alta sociedad, algunos con pasado turbio, otros con cadáveres en los
armarios y a un policía tranquilo a lo Maigret, observador a lo Poirot y
deductivo a lo Sherlock Holmes. Nada podía escapársele en una isla de la costa
mediterránea.
FICHA
TITULO: EL PASADO TE ACUSA
AÑO: 1958
DURACIÓN: 92
DIRECTOR: LIONELO DE FELICE
GÉNERO: Negro
ARGUMENTO: Una pareja de recién
casados, ella, una rica heredera y él un hombre de pasado turbio y oportunista,
se casan y van a un castillo en una isla mediterránea como viaje de novios.
Allí tienen la sorpresa de encontrarse a unos amigos de la alta sociedad que no
esperaban. Poco después, uno de ellos es asesinado. Y luego otro seguirá el
mismo camino. El policía encargado de resolver el crimen, aislará a todos e irá
descartando sospechosos.
ACTORES: Gino Cervi, Alberto Closas,
Rafael Durán, Lina Rosales, Ángel Calero, Mara Cruz, Maruja García Alonso, José
Marco, Luz Márquez, Isabel Pallarés, Luis Peña, Carlos M. Tejada, Antonio
Alfonso Vidal
CLIPS
CLIP 1 – CRÉDITOS
CLIP 2 – UNOS AMIGOS INOPORTUNOS Y BROMISTAS
CLIP 3 – EL ÚLTIMO EN APARECER (Y EL MAS AGRESIVO)
CLIP 4 – OTRO CRIMEN Y ÉSTE ES DE VERDAD
CLIP 5 – EL CADAVER DESAPARECIDO ACABA DE APARECER
CLIP 6 – UN POLICÍA APARENTEMENTE MUY TRANQUILO Y CON ABANICO
CLIP 7 – LA TÍA, LA SOBRINA Y EL AMANTE (DE LA TÍA Y DE LA
SOBRINA)
CLIP 8 – UNA LANCHA SABOTEADA EN ALTA MAR
CLIP 9 – UNA CALDERA DE GAS SABOTEADA
CLIP 10 – EL MARIDO, PRINCIPAL SOSPECHOSO POR SU PASADO
CLIP 11 – LA CENA DE LOS SOSPECHOSOS
CLIP 12 – UNA TRAMPA PARA DESCUBRIR A UN ASESINA
Carteles y programas
Cómo localizar la
película
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Lo menos que puede
decirse sobre EL PASADO TE ACUSA
Lionello de Felice fue un director italiano que cuenta en su haber
con ocho películas, pero que desde muy joven trabajó en la industria del cine.
Fue asistente de dirección de Alessandro Blasetti en La corona de hierro, una
de las cúspides de la cinematografía italiana durante el fascismo. La película,
se basaba en una leyenda arcaica y tenía una funcionalidad política muy clara:
reunir las temáticas italianas a las germanas dentro del marco de aproximación
entre el Tercer Reich y la Italia fascista. De Felice seguiría colaborando con
Blasettti hasta 1969, cuando ocupó la dirección de la segunda unidad de
filmación en Simon Bolivar. En los años 50 y 60 se había especializado
en cine de espionaje y especialmente en cine histórico, colaborando en los
grandes “peplums” del cine italiano: los Espartaco, los Ursus, los
Maciste, incluso elaboró los diálogos de Marte, dios de la guerra
(1962). En 1957 era un director consumado y conocía a la perfección los
distintos oficios. Así que cuando Sevilla Films decidió realizar una coproducción
con Italia, requirieron a De Felice quien contó con Luis Marquina como
productor ejecutivo. Ambos, por lo demás, habían colaborado en la elaboración
del guion de esta cinta que se tituló en Italia L’accusa del passato y
en castellano El pasado te acusa. A pesar de que el director fuera italiano
y uno de sus protagonistas -Gino Cervi, que aquí encarnaba a un relajado inspector
de policía- la película puede considerarse como plenamente española: la
fotografía se encargó a José María Beltrán, en el guion participó en primera
fila Marquina, se rodó entre Madrid y Lloret de Mar en la Costa Brava catalana
y, casi todos los actores eran españoles y muy conocidos en la escena nacional.
Por eso, y por la época en la que se filmó, esta película -muy notable, por
otra parte, figura en esta web.
La historia transcurre en el castillo d’en Platja, situado al
final de la playa de Sa Caleta en Lloret. Es, sin duda, el lugar más
característico de aquella población. Parece un castillo medieval, pero no hay
que engañarse: se empezó a construir en 1935, pero la Guerra Civil, interrumpió
las obras que no pudieron acabarse hasta mediados de los años cuarenta. Es
curioso, pero, en principio, el lugar fue muy criticado por los ciudadanos de
Lloret: les parecía una construcción arcaica que daría una mala imagen de la
población. Luego, con los años, ha terminado convirtiéndose en el lugar más
emblemático de Lloret y su perfil es el más utilizado recurso para estimular el
turismo. Hoy, es una residencia privada.
Allí, al castillo d’en Platja, acuden una pareja de tortolitos
recién casados, “Diego” (Alberto Closas) y “Jeanette” (Luz Márquez). Ella es
una multimillonaria que solamente al ver de lejos el castillo, lo quiere
comprar. Él ha sido hasta el mismo momento de su boda, un tarambana, un vividor
y cabeza loca (de ahí el título de la película: es el pasado lo que hará a “Diego”
sospechoso de todo lo que ocurra en el lugar. Nada más llegar, se llevan una
sorpresa: no están solos, un grupo de amigos ha llegado antes que ellos para
sorprenderles. Todos son amigos de “Diego”: una mujer madura (Isabel Pallarés),
su amante (Ángel Calero) y su sobrina (Mara Cruz), una antigua novia de “Diego”
(Lina Rosales), un artista (Luis Peña), un antiguo socio (Rafael Durán). Entre
ellos, no hay muchas “buenas personas”, que digamos. La mayoría son snobs,
resentidos sociales, frustrados por diversos motivos. E incluso, un asesino.
En efecto, poco después de la llegada de la pareja, “Andrés”, el artista,
completamente alcoholizado, da un mitin sobre lo destructivo del grupo. Pocas
horas después, “Jeanette” se lo encontrará recién asesinado por los pasillos de
la mansión. Sin embargo, el cadáver desaparecerá y no será sino hasta el día
siguiente, cuando uno de los amigos se bañe en la cala bajo el castillo, cuando
descubra el cadáver. A partir de ahí aparece un nuevo personaje, Gino Cervi: el
comisario de policía. Un hombre tranquilo, bonachón, al que nada parece
inmutarle, ni los millones de unos, ni la displicencia de otros, para él, todos
serán sospechosos. Y decide que lo mejor es irlos interrogando en el castillo
y, hasta que no termine la investigación, evitar que nadie salga del lugar.
Obviamente, se producirá algún otro intento de asesinato: el
objetivo será “Jeanette” y las primeras sospechas apuntan hacia su marido. El
pasado, le persigue: es un vividor, con una pequeña renta, que nunca ha trabajado,
sí que es fácil pensar que la muerte de su esposa, le convertiría bruscamente
en heredero de una inmensa fortuna. Luego, resultará que “Diego” es un buenazo,
casi un mirlo blanco y que no ha tenido nada que ver en los intentos de
eliminación de su esposa y en el asesinato de su amigo, “Andrés”.
Los interiores de la película se rodaron en Madrid, en los
estudios de Sevilla Films; obviamente, las escenas de playa y alguna más de
exteriores en los que aparece el castillo, se rodaron en la Costa Brava, pero
los interiores del castillo fueron reconstruidos con decorados en Madrid.
La película puede calificarse como “policíaca” y “de crímenes”.
Hay intriga, tensión por todas partes, sospechas que tan pronto recaen sobre
unos o sobre otros y, por supuesto, ronda de sospechosos. ¿Quién es el asesino?
Véanla, verán unas buenas actuaciones, unos recursos limitados pero bien
explotados, unos diálogos animados, unos personajes muy bien descritos, y un
montaje ágil que no aburre en ningún momento.
Obviamente, no hay que formularse muchas preguntas sobre el
incidente que está en el origen de la trama (la sorpresa que los amigos de “Diago”
quieren dar a la pareja) que resulta bastante absurdo e incomprensible. Pero,
haciendo abstracción de este pequeño detalle que sirve solamente para justificar
todo lo que ocurrirá después, hay que decir que la cinta mantiene el interés
hasta el final y que todos los actores cumplen con su cometido de manera
convincente. Especialmente, hay que mencionarlos, Alberto Closas -que ya por entonces
despuntaba como galán y como malandrín, Cervi que realizó una inteligente creación
de su personaje y Lina Rosales a la que le sale un papel de mujer fatal que ni
pintado.
La película se empezó a filmar en 1957 y se estrenó al año
siguiente. Llamó la atención de los espectadores y fue objeto de una buena
crítica de Alfonso Sánchez aquel inefable primer crítico cinematográfico,
incisivo, cinéfilo empedernido y tantas veces imitado.
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