PLEITO DE SANGRE (1956) – RICARDO GASCÓN – EL FISCAL, HERMANO DEL REO, PIDE PARA ÉL LA PENA DE MUERTE
Una de tantas películas de género negro que se filmaron en los
años 50. Quizás no sea la mejor, ni tampoco en la que participaron actores más
conocidos. Pero, sin duda, es representativa de aquella época, de los valores y
de los hábitos sociales. Y, además, no es una mala película: lo que ocurría es
que, en aquella época, el listón estaba colocado muy alto y el público exigía
de guionistas, actores y director, algo más que 90 minutos de estar a oscuras
en la sala de proyección: pedía emoción, sentimientos, misterio, dramatismo.
Esta película tiene todo eso.
FICHA
TITULO: Pleito de Sangre
AÑO: 1956
DURACIÓN: 81 minutos
DIRECTOR: Ricardo Gascón
GÉNERO: Negro
ARGUMENTO: Una vedette de revista
conoce a un fiscal casualmente, a pesar de que no se siente en absoluto atraído
por él, se verá obligado a volver a verlo para que interceda por la vida de su
novio acusado de un asesinato. Poco después de iniciarse los trámites, el
fiscal se dará cuenta de que el acusado es su hermano, pero, inicialmente y a
pesar de actuar con toda imparcialidad, no lo hará constar en las diligencias.
ACTORES: Jaime Avellán, Carmen de Ronda, Manuel Monroy, Carmen López Lagar, Manuel Gas, Miguel Fleta, Julio Gallego, Ramón Martori, Paquita Ferrándiz, Ángela Velasco, Luis Induni, Pedro Mascaró, Jesús Colomer, Juanita Espín, César Pombo, Carlos Ronda, Pedro Gil, Ramón Quadreny, Luis Villasiul, María Calvo, Felipe Peña, Aurelio Pardo
CLIPS
CLIP 1 – CRÉDITOS Y UN FISCAL PIDIENDO LA PENA DE MUERTE Y 10.000
PESETAS DE COSTAS
CLIP 2 – EL MEJOR ABOGADO DE LA PROMOCIÓN, SE HA HECHO FISCAL.
CLIP 3 – EN LAS ANTÍPODAS DEL FISCAL: EL BUSCAVIDAS.
CLIP 4 – UN ATRACO CON VÍCTIMA INCLUIDA
CLIP 5 – DESPUÉS DEL GOLPE, REPARTIENDO EL BOTIN Y DETENCION
POSTERIOR
CLIP 6 – EN LA RUEDA DE RECONOCIMIENTO: IDENTIFICADO
CLIP 7 – EL FISCAL Y SU MADRE
CLIP 8 – EL FISCAL Y EL REO, HERMANOS DE SANGRE
CLIP 9 – UN JUICIO A LA ESPAÑOLA, COMO LOS DE “PERRY MASSON”
CLIP 10 – PETICIÓN: PENA DE MUERTE Y LA SEÑORA CONCESA QUE LLEGA
AL JUZGADO
CLIP 11 – LLEGANDO HASTA EL ASESINO…
CLIP 12 – HABLANDO CON EL FISCAL JEFE, CASI COMO UN PADRE
Carteles y programas
Cómo localizar la
película
A TRAVÉS DE YOUTUBE: PLEITO DE SANGRE
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DE SANGRE (formato AVI)
A TRAVÉS DE E-MULE: PLEITO
DE SANGRE (formato MKV)
Lo menos que puede
decirse sobre PLEITO DE SANGRE
Pleito de sangre fue la segunda
película de Ricardo Gascón, autor también del guion. Habitualmente, los guiones
que él escribía, él los dirigía. Y así ocurrió salvo con dos de sus cintas. Le
gustaba el género negro y la mayor parte de películas que guionizó y dirigió se
basaban, de cerca o de lejos, en crímenes, misterios sin resolver o temáticas
policíacas. Era un director correcto, metódico que nunca manejó presupuestos
espectaculares, pero cuya obra mantiene un buen nivel de calidad. Solía
alternar sonrisas con crímenes; en su primera película, Un ladrón de guante
blanco, esta tendencia ya estaba presente. Su filmografía tiene un bache que se
prolonga desde 1956 en la que dirige, precisamente, Pleito de Sangre,
hasta 1981 cuando vuelve con una ominosa comedia protagonizada por el humorista
Arévalo, que no aportó precisamente lustre a su carrera. En ese más de un
cuarto de siglo de silencio debió dedicarse a otras actividades, porque su
nombre no aparece, ni como director, ni como guionista, ni como ayudante de
dirección, ni siquiera como productor, en ninguna película.
Se trata de una película particularmente formal, sin estridencias,
pero realizada con buen pulso y con un resultado aceptable en la que es posible
ver un juicio, tal como se celebraba en España en la época. El tema central es
el de los dos hermanos separados, uno de ellos, triunfador en la abogacía y
bruscamente convertido en fiscal, y el otro, un balarrasa, vinculado al submundo
de la delincuencia, pero, a fin de cuentas, con un buen fondo. Ambos son hijos de
una familia de la nobleza, pero el segundo ha roto todo contacto con la
familia. Habrá, por tanto, un trasfondo “social” en esta película entretenida y
llevadera
La película va de abogados y de juicios. Contó con un “asesor
jurídico”, de ahí que en todo momento se maneje un lenguaje leguleyo que debió
apabullar al pública de la época (eran los años en los que, por la única cadena
de TVE los jueves se emitían los episodios de la popular serie Perry
Masson). Está íntegramente filmada en Barcelona, si bien en la
mayor parte de las escenas, la acción transcurre en el interior de decorados instalados
en los estudios Orphea Films de la Ciudad Condal.
No puede decirse que los actores que participaron en esta
filmación sean hoy especialmente conocidos. Aparece Miguel Fleta, que, a pesar
del nombre, no fue aquel militante falangista afiliado en 1936, cuando ya era
un famoso tenor y que conoció a José Antonio Primo de Rivera cuatro años antes.
Aquel Fleta se entregó al partido y era frecuente que los falangistas
utilizaran su automóvil para repartir panfletos. A él se debe una primera
versión grabada del Cara al Sol. Fue uno de los falangistas que trasladaron el
cadáver de Miguel de Unamuno hasta el cementerio el 31 de diciembre de 1936.
Fallecería poco después. El Fleta que aparece en esta película, como abogado
defensor, era un actor secundario presente en una veintena de películas durante
los años 50 y que desapareció bruscamente de la escena. Seguramente estaba
emparentado con el tenor, pero no hemos podido constatarlo. Solía ejercer como
policía, en cualquier caso, como “hombre de orden”. Y es aquí como lo vemos,
ejerciendo de abogado defensor del “hermano pobre”, frente a su amigo y hermano
del acusado, el implacable fiscal, papel interpretado por Jaime Avellán. Éste,
dejará tras de sí unas cuantas películas filmadas en los años 50 y 60, para
dedicarse luego a actor de doblaje.
Como solía ocurrir en este tipo de películas, también aparece una “mujer
fatal” que no lo es tanto. Actúa, eso sí, como vedette de revista que conocerá
al fiscal en el local donde trabaja, pero que es, sin saberlo, al mismo tiempo,
novia del “hermano pobre”. Éste, por su parte, tiene la mala idea de dar un
golpe junto a un tal “Perrini”, individuo que se mueve a las mil maravillas por
los bajos fondos barceloneses. Roban en una joyería, pero “Perrini”, disparará
contra el propietario causándole la muerte. Se las arreglará para que las
culpes recaigan sobre el ”hermano pobre”. Y será en ese momento en el que la
novia irá a ver al fiscal a su domicilio particular y la madre de éste conocerá
el destino de su otro hijo.
Veremos entonces cómo se desarrollaba un juicio en la España de
aquella época: no era muy diferente a cómo veíamos en los episodios de Perry
Mason, salvo por el hecho de que no había jurado. Defensor, fiscal, jueces,
protestas, interrogatorios, en fin, lo habitual. Casi todo parece incriminar al
“hermano pobre” e induce, necesariamente al “hermano fiscal” a pedir, la pena
de muerte ante el estremecimiento de la madre, del defensor y de la compungida
novia. Sin embargo, ésta consigue inducir a que el fiscal investigue por su
cuenta sobre la existencia o no, en el barrio chino del tal “Perrini”. Y,
finalmente, logra localizarlo cuando el juicio está ya visto para sentencia.
Deberá telefonear al teniente fiscal y comunicarle su hallazgo, al tiempo que
reconoce que existía un “conflicto de intereses” (no se utiliza la expresión)
por el hecho de que el acusado era hermano del fiscal.
Como no podía ser de otra manera, la justicia triunfa, el bien
vence al mal. Y todos resultan tranquilizados: ni el “hermano pobre” es
ejecutado, la madre de ambos recupera la alegría de vivir, la novia ve próximo
el matrimonio cuando salga de la cárcel, etc. Final, relativamente feliz.
Quedaría por decir que la cinta, además de ser entretenida, en
absoluto melodramática, bien interpretada tanto por los protagonistas como por
los actores de reparto (un inevitable Luis Induni como colaborador de los mafiosos,
Manuel Gas como, igualmente inevitable, comisario de policía, y una docena más
de actores hoy olvidados, cumplen con sus papeles sobriamente. Es una de esas
películas que se ven con interés, a pesar de no tener nada especial que pueda
diferenciarla del resto de producción nacional en aquella década de género
negro. El nivel medio de toda aquella producción era bueno y podía situarse, en
una escala de 1 a 10, por el 7. Esta cinta, sin ser de las mejores, está en
cualquier caso, en esa franja media-alta de calidad.
Por último, cabe recordar que en la música es particularmente
sugerente y recuerda a la de otras producciones similares. No es raro, si
tenemos encuentra que habían sido compuestas por Ricardo Lamote de Grinon i
Ribas, un compositor que al año siguiente estrenaría una de las pocas óperas
compuestas por un español: La cabeza del dragón. Fallecería al año
siguiente. Había nacido en Barcelona en 1899.
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