LA VENGANZA DE LA MOMIA (1975) – Carlos Aured – Producciones de la Hammer a la española
La serie B es lo que es y hay que ver esta película como un digno
producto carpetovetónico de este género. De haber estado filmada por la Hammer
o por la Universal, figuraría como película de culto. Hay aventuras, terror,
pasado, presente, sangre y, aunque parezca raro para un producto de este tipo,
con un director como Aured y en la época del destape, no hay erotismo. Algo de
sadismo y un cine de entrenamiento y sobresaltos previsibles.
FICHA
TITULO: La venganza de la momia
AÑO: 1975
DURACIÓN: 91 minutos
DIRECTOR: Carlos Aured
GÉNERO: Terror
ARGUMENTO: Un farón cruel y sádico,
así como su amante, resultan asesinados por su entorno de confianza. Siglos
después, su momia es encontrada por un egiptólogo. La momia resucitará, encontrará
a su antigua amante y ejercerá su venganza y su reinado del terror.
ACTORES: Paul Naschy, Jack Taylor,
María Silva, Helga Liné, Rina Ottolina, Luis Dávila, Pilar Bardem, Eduardo
Calvo, Celia Cruz, Mª Cruz Fernández, Luis Gaspar,
CLIPS
CLIP 1 – CRÉDITOS
CLIP 2 – LA CORTE DEL FARAÓN Y PRESENTACIÓN
CLIP 3 – EL FIN DE AMENHOTEP Y SEÑORA…
CLIP 4 – MOMIFICADO EN VIDA
CLIP 5 – 2.500 AÑOS DESPUÉS, UN EGIPTÓLOGO LLEGA A LA TUMBA DEL
FARAON
CLIP 6 – EL SARCÓFAGO EN LONDRES Y LA TRADUCCIÓN DEL PAPIRO
CLIP 7 – LA LLEGADA DE UN TURISTA EGIPCIO INTERESADO POR LA MOMIA
CLIP 8 – LIBERANDO A LA MOMIA Y PRIMERA VÍCTIMA
CLIP 9 – YA NO HAY DUDA: EL FARAÓN HA RESUCITADO
CLIP 10 – EL FARAON ENCUENTRA A SU AMANTE…
CLIP 11 – LA ULTIMA BATALLA CONTRA LA MOMIA
Carteles y programas
Cómo localizar la
película
A TRAVÉS DE EMULE: LA
VENGANZA DE LA MOMIA (en formato AVI)
A TRAVÉS DE EMULE: LA
VENGANZA DE LA MOMIA (en formato MKV)
EN FlixOlé: LA
VENGANZA DE LA MOMIA
Lo menos que puede
decirse sobre LA VENGANZA DE LA MOMIA
A pesar de que Carlos Aured no sea uno de esos directores que “pasarán
a la historia del cine español”, ésta es, desde luego, su mejor película. Si
esta película se hubiera filmado en el Reino Unido o en Hollywood, por la
Hammer o la Universal, hubiera pasado a ser una de las mejores películas de Serie
B jamás filmadas. Y decimos “De Serie B”. Vale la pena dedicarle unos minutos a
explicar el género.
Se llama Serie B a películas de bajo presupuesto, en el que al planificarlas
no se incluye ninguna partida dedicada a la promoción o a la publicidad. Se da
por seguro que entrará en los circuitos comerciales como parte de un “programa
doble”, esto es, una película de estreno que ya ha pasado por una primera fase
de exhibición, a la que se une una película de relleno. Hasta los años 70 en
España era frecuente que este tipo de productos se anunciara como “extraordinario
programa doble”. Se daba, además, por supuesto, que estos productos no tendrían
apenas ambiciones artísticas, se filmarían rápidamente sobre un guion en
absoluto refinado y se montarían aun a mayor velocidad. Aparte de estas
características, era un cine “libre”, en el sentido de que podía tratar
cualquier temática y no estaba sometida a ningún tipo de convencionalismo. Es
un cine que siempre es desconsiderado y se da por cierto que es de una calidad
inferior (no es del todo cierto, porque algunos críticos han aludido a
categorías todavía más inferiores: el Cine Z (con presupuestos miserables y
equipos absolutamente nulos, género al que correspondería el cine de Ed Wood), o
el Cine C (letra que indicaría “cable” y que caracterizaría a películas que
nunca se han estrenado en cines y que, en el mejor de los casos, han pasado a
ser difundidas por los canales temáticos nacidos en los años 90.
La película La venganza de la momia es un digno ejemplo de Serie
B construido en España. Llama la atención el que une el cine de aventuras, la
egiptología, el terror e incluso el tema de fondo -el amor que siente el faraón
por su amante y que se prolonga a través de los siglos y que no puede dejar de
evocar el Drácula de Stocker (1992) según el tratamiento que le dio
Francis Ford Coppola. La película muestra, en cualquier caso, que en España podía
hacerse ese cine y que no desmerecía en nada a las producciones de la Hammer.
Lo primero que nos llama la atención es la corrección, incluso el
celo, con el que están elaborados los decorados de la primera parte del film,
aquellos en los que la trama nos sitúa en el antiguo Egipto. Toda la
ambientación está medida y calculada hasta en sus menores detalles. No es
normal en una película de Serie B, pero aquí, el encargado de atrezo se ha
esforzado en crear unas imágenes lo más realistas posibles.
El segundo elemento de interés es ver a Paul Naschy interpretando
al faraón y a su avatar moderno, el ciudadano egipcio Assad Bey. Cuando se ven
algunas interpretaciones de Naschy -en especial en las nueve entregar en las
que asume el papel del “conde Waldemar
Daninsky”, el hombre-lobo- se percibe que eligió mal papeles; se obsesionó con
el tema del hombre-lobo y filmó una y otra vez a este personaje sin aportarle
ni profundidad, ni siquiera coherencia; para colmo, multiplicó su presencia en
otras películas de fantaterror español fronterizas también con el destape,
incluso con forma de destape sadomasoquista (véase La Inquisición).
Sin embargo, era un buen actor, correcto, riguroso en sus interpretaciones, que
no siempre eligió papeles acertados, ni se puso a las órdenes de directores que
conocieran su oficio o de guionistas con ganas de hacerse un nombre en la
profesión.
Otro elemento curioso de esta película es la presencia de Rina
Ottolina, la amante del faraón ayer, buscada por la momia en su resurrección.
Rina Ottolina era hija de Reinaldo José Ottolina, mas conocido como Renny
Ottolina, el presentador y showman más conocido en la historia de la televisión
venezonala. En 1977, animado por la popularidad de la que gozaba en su país y
en todo el mundo hispano, impulsó la creación del Movimiento de Integridad
Nacional, orientado hacia el centro-derecha, con el que se presentó a las
elecciones presidenciales. Era nacionalista, anticomunista, contrario a la
partidocracia, corporativista y conservador. Lamentablemente, antes de la
votación se mató en accidente de aviación. Tuvo tres hijas, Rena, Rina y Rona,
las dos últimas fueron secuestradas en 1962 en Caracas, generando un impacto
continental. Rina tuvo una breve carrera cinematográfica desarrollada en España
con dos cintas, ésta y Hay
que matar a B.
La película se inicia en el antiguo Egipto. Un faraón despótico y
cruel, disfruta torturando y asesinando a esclavas y sirvientas (se trata, por
supuesto de Paul Naschy). Nadie está seguro en la corte del faraón, salvo su
amante (Rina Ottolina cuyo perfil, sorprendentemente, era muy similar al de las
imágenes que nos han dejado las pinturas de las tumbas egipcias) que comparte
con él sus gustos y perversidades. Como no podía ser de otra manera, su entorno
conspira para librarse de él y alejar esa sensación de inseguridad que les
convierte, por su proximidad, en las presas más probables de la crueldad del
psicópata que tienen como gobernante. Pero, los conspiradores hacen más que
eso, momifican en vida al faraón y arrojan sobre su sarcófago una terrible
maldición: “vagarás por el mundo de las sombras eternamente, sin sosiego ni
reposo”, no gozará de la eternidad, sino que hasta el fin de los tiempos
permanecerá preso en su sarcófago. En la siguiente ya estamos en el Londres de
principios del siglo XX. La tumba del faraón ha sido descubierta por un
egiptólogo -papel interpretado por Jack Taylor- que traduce los jeroglíficos que
explicitan la maldición. Sin embargo, desde el reino de las sombras, el faraón
trama su venganza. El egiptólogo recibe la visita de un egipcio y de su esposa
que se interesan por el descubrimiento. Él es un fanático de Amenhotep, el
faraón enterrado vivo y ella, ignora, que es idéntica a la amante del faraón.
Hará falta la sangre de una virgen para resucitarlo y, una vez con vida, la
momia vuelve a las andadas generando muerte y desolación, hasta que finalmente
sea vencida por el fuego.
Muy buena actuación de Jack Taylor que, con permiso de Naschy, se
configura como el verdadero protagonista y héroe de la cinta, y aceptables las
del resto del reparto. Buena la ambientación tanto la londinense como la
egipcia. Bueno, incluso, el acompañamiento musical y la fotografía con
localizaciones verdaderamente hermosas y cuidadas. Pero, Aured es Aured y se
diría que le resulta imposible mantener un ritmo narrativo aceptable e,
incluso, salirse de los tópicos del género.
Si lo que se pretende es ver una de las mejores muestras del fantaterror
español, hay que recurrir, sin duda, a esta película: veremos sadismo, gore,
sangre a cascoporro, desnudos o atisbos de desnudos femeninos, algo de
aventura, bastante de tensión. Es una película de Serie B, como tantas otras;
pero es de factura española. Merece verse, aunque decepcionará sin duda a todos
los que no sean habituales del género. Imprescindible, en cualquier caso, para
los que quieran conocer el cine que se hacía en España antes de la transición,
cuando ya todo la preludiaba.
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