MADRUGADA (1957) – Antonio Román – Una familia en guerra civil

 

Antonio Román, el hombre que había filmado películas como Los últimos de Filipinas o Escuadrilla, pero también películas de humor ácido contra la Guerra Fría (Bombas para la paz) y terminará filmando espagueti-westerns, también filmó dramones de alto voltaje como este drama de alto voltaje que nos sitúa en el interior de una familia en el momento de la muerte del poseedor de una fortuna. Pasiones desatadas, duplicidades, mentiras y crítica social se encuentran incluidos en esta película filmada en el arranque del período tecnocrático del franquismo con la actriz argentina Zully Moreno de protagonista indiscutible.

FICHA

TITULO: Madrugada

AÑO: 1957

DURACIÓN: 85 minutos

DIRECTOR: Antonio Román

GÉNERO: Drama

ARGUMENTO: Un artista plástico ha muerto sin hacer testamento, su compañera ha llamado a los familiares del difunto, tratando de aclarar un punto que el muerto ha intentado explicarle en sus últimas palabras. Para ello les dice que su compañero todavía vive y que exige saber la verdad o los desheredará. Los familiares pensaban que al morir el hermano rico, disfrutarían de la posición social que siempre habían envidiado.

ACTORES: Zully Moreno, Luis Peña, Antonio Prieto, Mari Carmen Díaz de Mendoza, Mara Cruz, José Luis López Vázquez, Manuel Díaz González, María Francés.

 

CLIPS

CLIP 1 – CRÉDITOS


CLIP 2 – CADENA TELEFÓNICA PARA ANUNCIAR UN PRÓXIMO FALLECIMIENTO


CLIP 3 – LA DESCONSOLADA VIUDA: CÓMO GANAR DOS HORAS Y MEDIA


CLIP 4 – LORENZO, EL HERMANO MAYOR, EL PRIMERO EN LLEGAR


CLIP 5 –EL HERMANO MENOR Y FAMILIA, TAMBIÉN DE VISITA


CLIP 6 – EL “SEÑORITO LEANDRO”, PENÚLTIMO EN LLEGAR


CLIP 7 – “LES QUIERO PROPONER UN TRATO…”


CLIP 8 – “LA SEÑORITA PAULA…”, ÚLTIMA EN LLEGAR.


CLIP 9 – “OLVIDA QUE SOY UNA PERSONA HONORABLE… ¡ESTOY CONDECORADO!”


CLIP 10 – PAULA Y LEANDRO, CELOS… SOBRE TODO CELOS.


CLIP 11 – LOS BAJOS INSTINTOS EN LAS PELEAS FAMILIARES


CLIP 12 – “USTED ES DE LAS POCAS PERSONAS QUE PIENSAN QUE HAY ALGO MÁS IMPORTANTE QUE EL DINERO…”


Carteles y programas

 

 

 

 

Cómo localizar la película

A TRAVÉS DE EMULE: MADRUGADA (en formato MKV)

EN FLIXOLÉ: MADRUGADA

EN RTVE: MADRUGADA

 

Lo menos que puede decirse sobre MADRUGADA

Uno de los atractivos de esta película es ver en acción a Zully Moreno, actriz argentina, exiliada durante unos años en España y que puede ser mencionada como la actriz peronista por excelencia. Zully filmó varias películas en Argentina durante el primer gobierno del General Perón. Sus argumentos tenían un talante explícitamente justicialista. Buena parte de los guiones y de la dirección de estas cintas había corrido a cargo de su marido, Luis César Amadori. Cuando Perón fue derribado por una junta militar en 1952, Amadori fue detenido tres años después, encarcelado durante unos meses y luego optó por exiliarse en España junto a su esposa. En la película Amor prohibido (1958), rodada en 1958, una adaptación de Ana Karenina a la Argentina cincuentera, se reproducía un famoso episodio de la vida de Eva Perón, antes de estar casada con el General. Amor Prohibido fue su última película que filmaría en su tierra natal un año después de rodar en España Madrugada.

Madrugada en una película casi claustrofóbica. Se desarrolla en el interior de una sola habitación, está más próxima al teatro que a la cinematografía. El guion, escrito por Antonio Román (que también dirigiría la película), sobre la base de una obra teatral que Buero Vallejo. El desafío consistía en rodar una película cuya trama se desarrollaba casi en tiempo real: desde la medianoche hasta que el sol vuelve a aparecer en el horizonte, esto es, en la madrugada que da título a la película. La obra se estrenó en el Teatro Alcázar de Madrid el 9 de diciembre de 1953, interpretada por María Asquerino, Antonio Prieto, Gabriel Llopart, etc. Con posterioridad a la realización de la película, la obra de Buero Vallejo volvería a verse en 1970 en Estudio 1 de RTVE y, más tarde en 1989 en Primera Función. Mónica Randall y Nuria Torray, interpretaron el mismo papel protagonista en estas versiones que el desarrollado por Zully Moreno en la película de Román.

La obra nos muestra a una familia “mal avenida”. El gran protagonista, “Mauricio”, no aparece en toda la cinta: está en la habitación contigua agonizando. Es un artista plástico que ha alcanzado la fama y el dinero. Sus dos hermanos, en cambio, no han hecho fortuna. El mayor es un calavera, ha dado pocos palos al agua y en cuando se ha visto con algunas pesetas ha corrido a gastarlas en burdeles o en quemar su tiempo de ocio (es Antonio Prieto, “Lorenzo” en la película. En el curso de estas aventuras amorosas ha tenido un hijo, “Leandro” (Luis Peña) que trabaja como gacetillero. “Leandro” no puede evitar sentirse un fracasado, es una más en un periódico de provincias, sin fama ni futuro, un plumífero cuya carrera de escritor ni siquiera ha despegado. Y luego está “Dámaso” (Manuel Díaz), el hermano menor, casado con una mala bestia ansiosa de disfrutar de una posición económica holgada (“Paula”, Mari Carmen Díaz de Mendoza). Este matrimonio tiene una hija adolescente. Esta rama de la familia se ha humillado en muchas ocasiones pidiendo dinero prestado a “Mauricio”. Habitualmente ha sido la hija adolescente la que se ha visto obligada a pedir el dinero a tu tío al que aprecia verdaderamente. Los dos hermanos y la esposa de “Dámaso” odian al último personaje que ha entrado en la vida de “Mauricio”: “Amalia” (Zully Moreno), es una mujer hermosa, rubia, espectacular, que convive con “Mauricio” a despecho de los comentarios y de las concepciones burguesas de la familia. La tienen como amancebada, y, lo que es mejor para ellos, saben que su hermano millonario no ha redactado testamento, por tanto, al fallecer, podrán desembarazarse de la molesta mujer y repartirse la cuantiosa herencia.

El problema es que, desde el principio, el espectador sabe que hay un elemento que ignoran los miembros de la familia recién llegados al hogar de “Mauricio” y de su compañera. Estos han venido al enterarse de que éste se encontraba en grave estado y difícilmente pasaría de esa noche, pero el espectador sabe que ya ha muerto, solo que la noticia se difundirá solamente a partir de los 8:00 de la madrugada. Es en esas horas en donde tienen lugar los siempre tensos diálogos entre los familiares. “Amalia” está airada: sabe que uno de los presentes la difamó y la calumnió ante “Mauricio” en el inicio de la relación y quiere conocer el nombre. Pero, inicialmente, todos callan. Poco a poco irán saliendo las discusiones y los trapos sucios. Incluso, “Leandro” que, aparentemente está o simula estar enamorado de “Amalia”, es culpable. Todos han hablado mal de ella a sus espaldas para tratar de sacarle algún duro a Mauricio y para procurar que testara a su favor.

Solo en las últimas escenas, conocen la amarga verdad: “Mauricio” y “Amalia” hace tiempo que se han casado, por tanto, ella no necesita testamento para ser declarada heredera universal. Se produce el llanto y el crujir de dientes entre el resto de la familia que abandonan el lujoso apartamento. Solamente, “Leonor”, la hija adolescente de “Paula” y de “Dámaso”, se queda acompañando a “Amalia”. Es el único personaje que apreciaba verdaderamente a su tío y que encarna la espontaneidad y la inocencia de la juventud.

Carmen Díaz de Mendoza ganó el premio a la mejor actriz secundaria en la edición del año 1957 concedida por el Círculo de Escritores Cinematográficos. Por su parte, Zully Moreno se llevó la medalla a la mejor actriz extranjera. Un actor que casi pasa desapercibido, porque su papel apenas dura un par de minutos es José Luis López Vázquez, uno de los periodistas de la redacción en la que trabaja “Leandro”. López Vázquez tenía a sus espaldas una corta carrera como actor secundario en una docena de películas. El año anterior, había aparecido en Los jueves milagro de Berlanga, como el párroco de la Iglesia de Fuentecilla en la que tiene lugar la aparición de San Roque. Aquí, en Madrugada, apenas aparece y se limita a su presencia, fumando con boquilla y a decir, como máximo, una frase…

La película encierra una fuerte carga de crítica social: no es, por desgracia, nada inhabitual. Familias que se tiran los trastos a la cabeza al oler la proximidad de una herencia; rivalidades, roces y odios eternos apenas soterrados por las relaciones familiares, reproches cruzados entre todos los miembros y odio a la recién llegada que se lleva el corazón del fallecido y que hereda sus millones. Gentes codiciosas, que aspiran al relumbrón social, a vidas fáciles sin esfuerzo y sin tesón, dispuestos a cualquier cosa para conquistar la mayor parte de la herencia.

El principal problema que entrañaba el rodaje de esta cinta era no cansar al público: a fin de cuentas, todo se iba a desarrollar en el interior de un salón, sin escenas en el exterior, a partir del minuto 10. Estaba claro que Antonio Román era uno de los pocos a los podía confiarse el proyecto. Era el director todo-terreno que tan pronto era capaz de armar un drama histórico (Los últimos de Filipinas) como una película de género negro (Último día), de espionaje si se terciaba (Pacto de silencio) o una comedia (Bombas para la paz). Desde 1930, Román venía filmando los más variados géneros y siempre saliendo airoso. Un par de años antes, había rodado La fierecilla domada (1956) cuya idea original era un texto de Shakespeare. Y, además, había logrado que sus actores principales, Carmen Sevilla y Alberto Closas, fueran premiados por el Círculo de Escritores Cinematográficos y por el Sindicato Nacional del Espectáculo. Era el hombre adecuado para ello.

Román se preocupó de que los actores contratados fueran, no los mejores ni los mas conocidos, sino los que se adaptaran mejor a los roles exigidos por el guion. Lo consiguió. Resulta difícil establecer quién fue el más brillante y el que encarnó mejor su papel. Obviamente, la figura que más queda destacada es la de la protagonista. Hay que decir, que su físico ayudó extraordinariamente a Zully Moreno y resultaba imposible no fijarse en ella.

Lo película no ha perdido vigencia en nuestros días. Los mismos problemas siguen existiendo y no solamente en la burguesía. Incluso en familias en las que hay poco o nada para repartir, las relaciones interiores se resquebrajan ante momentos de pérdidas. Es una de esas películas por las que apenas ha pasado el tiempo.

 

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