TRAMPA MORTAL (1963) – Antonio Santillán – “Asesíneme a mí, yo le pago”
En 1963, la mejor época del cine negro español ya había pasado,
pero todavía nuestra cinematografía estaba en condiciones de ofrecer al público
obras maestras como “¡A tiro limpio!” y media docena más de cintas notables que
ya hemos comentado en este blog. Trampa mortal no figura en el pelotón de
cabeza de este género, pero es una película entretenida, llevadera, bien
construida y mejor interpretada. Desde el punto de vista histórico destacan algunas escenas filmadas en la Sevilla de 1963 y en la Jefatura Superior de Policía de Barcelona.
FICHA
TITULO: Trampa mortal
AÑO: 1963
DURACIÓN: 77 minutos
DIRECTOR: Antonio Santillán
GÉNERO: Negro
ARGUMENTO: Un expresidiario en paro
recibe la oferta de colaborar en un asesinato simulado a cambio de 100.000 pesetas
de la época, pero se niega a hacerlo. Poco después empieza a trabajar en una compañía
de transportes. Alguien ha aceptado el trabajo y, a pesar de que la policía
sospecha, que se ha tratado de un falso asesinato, se producen varias muertes y
agresiones relacionadas con el crimen que afectan al expresidiario y a su
novia.
ACTORES: Víctor Valverde, Mario Cabré, Enrique Diosdado, Angel Lombarte, Katia Loritz, Ismael Merlo, Marta Padován, Gustavo Re,
CLIPS
CLIP 1 – UNA PROPUESTA INSÓLITA
CLIP 2 – CRÉDITOS PARA REPONERNOS DE LA PROPUESTA INICIAL
CLIP 3 – SEVILLA, A PRINCIPIOS DE LOS 60
CLIP 4 – EL PRIMER ENCUENTRO CON LA POLICÍA
CLIP 5 – EL SODIO DEL DIFUNDO, EL PRIMER AFECTADO
CLIP 6 – INTERROGANDO AL PRIMER SOSPECHOSO
CLIP 7 – EN LA JEFATURA SUPERIOR DE POLICÍA DE BARCELONA
CLIP 8 – INTERROGANDO A LA MUJER FATAL
CLIP 9 – EL ANIS Y EL COÑAC (O EL COÑAC Y EL ANÍS)
CLIP 10 – EL PRINCIPAL SOSPECHOSO ASESINADO
CLIP 11 – DE NUEVO EN LA JEFATURA DE VIA LAYETANA
CLIP 12 – LA RESOLUCIÓN DEL CASO (SPOILER)
Carteles y programas
Cómo localizar la
película
A
TRAVÉS DE EMULE: TRAMPA MORTAL
A
TRAVÉS DE EMULE: TRAMPA MORTAL
En FlixOlé: TRAMPA
MORTAL
Lo menos que puede
decirse sobre TRAMPA MORTAL
La década de los 50 está plagada de excelentes películas
realizadas en España de género negro. Era, en esa década el género que más
agradecía el público y que mejor se hacía. Había cantidad y calidad (de hecho,
en este blog, ya hemos analizado las mejores películas del género en esa
década). Luego se produjo un descenso en la cantidad -como si el público ya se
hubiera cansado y prefiriera productos más banales y ligeros, en especial
comedias-, pero hasta mediados de los años 60, siguen encontrándose películas
policíacas españolas que, aun hoy, satisfacen y constituye un placer verlas.
Tal es el caso de Trampa mortal.
El principal aliciente son algunos de sus intérpretes que
figuraron entre los mejores actores desde mediados del franquismo hasta
finalizada la transición. Con Ismael Merlo y Víctor Valverde en cabeza,
seguidos por Mario Cabré, Enrique Diosdado, Marta Padován, Katia Loritz y el
siempre brillante actor de reparto Gustavo Re. Verlos actuar, ya de por sí,
constituye una satisfacción. Era una generación que procedía del teatro y que,
por tanto, debía tener buena dicción, extraordinaria expresividad y presencia
escénica.
Todos ellos, se pusieron a las órdenes de Antonio Santillán, uno
de los directores que protagonizó la mencionada “época dorada del negro español”
con películas notabilísimas como El
ojo de cristal, Cita
imposible, Hospital
de urgencia, El
presidio o Cuatro
en la frontera, cualquiera de las cuales, por sí misma, bastaría
para colocarlo en un lugar destacado en la historia del cine español.
Santillán, hoy, es, sin embargo, un director olvidado.
Trampa mortal, en conjunto, no es tan brillante como las
anteriores. Se advierte cierto cansancio en el director por insistir una y otra
vez en el mismo género, pero mantiene todavía un interés aceptable, un guion
creativo y original y unas interpretaciones dignas e, incluso, en algunos momentos,
brillantes.
La película nos cuenta la historia de un don nadie que ha estado
un período de tiempo en la cárcel. Había cometido un desfalco de común acuerdo
con su jefe. Una vez en libertad, está dispuesto a reinsertarse en la sociedad,
pero no puede evitar que su pasado carcelario le cierre puertas. Su novia, que
trabaja como cantante en un cabaret, le anima a seguir en pie y continuar
buscando trabajo. Bruscamente, aparece en su apartamento, el antiguo jefe por
culpa del que había terminado en la cárcel y le propone algo increíble: 100.000
pesetas de la época, a cambio de colaborar en su propio “asesinato”. Se trata,
por supuesto, de simular el crimen. Sin embargo, el protagonista se niega,
entre otras cosas, porque ese mismo día, su novia le ha conseguido un trabajo
como camionero. En el curso de un viaje a Sevilla, leyendo el periódico, se
entera de que su jefe, al parecer, ha muerto víctima de un accidente. Imagina
lo que ha ocurrido y al volver a Barcelona encuentra a la policía interrogando
a su novia. Al parecer, los investigadores no creen que se trata de una muerte
real. A partir de aquí, la investigación no podrá evitar que se produzcan otros
asesinatos y agresiones, ni que entre en acción, una “mujer fatal”
(inevitablemente Katia Loritz, la que encarnaba mejor el rol en aquellos años).
La investigación corre a cargo de un policía que no quiere nada
más que irse de vacaciones con su esposa, pero que, inevitablemente, cada vez
que está a punto de conseguirlo, el caso toma un nuevo giro que hace necesaria
su presencia. Quizás, este sesgo humorístico, sea un elemento que chirría
dentro de una película policíaca, a pesar de que Ismael Merlo lo interprete
como sólo él sabía hacerlo.
La cinta, en definitiva, resulta ágil y entretenida. Las cabos
quedan bien atados en el desenlace final. A pesar de que, inicialmente, el
papel de Mario Cabré, parece ser meramente secundario, en la última parte de la
cinta se va reforzando y termina siendo central.
Con los años, la cinta no ha perdido interés y puede verse con
facilidad a través de la plataforma Flixolé o, en caso de que no se esté
abonado, mediante el programa Emule de intercambio de archivos.
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