LA DAMA DE BEIRUT (1965) – Ladislao Vajda – DE LA TRATA DE BLANCAS AL EXITAZO EN PARIS

En 1947 Orson Welles había estrenado La Dama de Shanghai. Dieciocho años después, la película -que había tardado en llegar a España- constituía un mito que Vajda aprovechó para trenzar una película exótica ambientada entre Beirut y París para mayor lucimiento de Sara Montiel y con la presencia de actores consagrados (Carlos Casaravilla) y estrellas ascendentes (Gemma Cuervo, José Calvo).

FICHA

TITULO: La dama de Beirut

AÑO: 1986

DURACIÓN: 87 minutos

DIRECTOR: Ladislao Vajda

GÉNERO: Negro

ARGUMENTO: Una joven que ha salido de la cárcel no hace mucho, se daba la vida cantante en cabarets y clubs nocturnos. Es contratada para actuar en Beirut por una organización cuya actividad esencial es la trata de blancas. Durante el viaje en barco conoce a un joven del que se enamorará. Junto a la cantante viajan otras jóvenes engañadas y que deberán dedicarse a la prostitución. Logra salir de la red gracias a un médico maduro que le lleva a París, en donde encuentra al joven del que se había enamorado que resulta ser el hijo del médico.

ACTORES: Sara Montiel, Alain Saury, Fernand Gravey, Giancarlo del Duca, Gemma Cuervo, Carlos Casaravilla, José Calvo, Magali Noël, Chonette Laurent, Mariano Azaña, Joaquín Díaz,

 

CLIPS

CLIP 1 – CRÉDITOS


CLIP 2 – UN GARITO PORTUARIO Y UN DIAMANTE EN BRUTO


CLIP 3 – CHICAS RUMBO A BEIRUT (EN LA TRANSMEDITERRÁNEA)


CLIP 4 – UN HOMBRE ENCANTADOS (Y UN FLECHAZO) A BORDO


CLIP 5 – UN BEIRUT INQUIETANTE (AUNQUE ERA EN LA ÉPOCA “LA SUIZA DE ORIENTE MEDIO”


CLIP 6 – “¿QUÉ DEBO CANTAR?” “ALGO ESPAÑOL, LO QUE QUIERA…”


CLIP 7 – NO ES BUENA LA VIDA DE LAS CHICAS RECLUTADAS POR LA BANDA…


CLIP 8 – UN MEDICO FRANCÉS, UN VERDADERO CABALLERO


CLIP 9 – DE BEIRUT A PARIS


CLIP 10 – UNA ESTRELLA DE LA ORTF Y UNA SORPRESA INESPERADA


CLIP 11 – PROBLEMAS SENTIMENTANTALES ENTRE AMANTES


CLIP 12 – DESENLACE A LA FRANCESA


 

Carteles y programas

 




  



 

Cómo localizar la película

A TRAVÉS DE EMULE: LA DAMA DE BEIRUT (en versión MKV, primera opción)

A TRAVÉS DE EMULE: LA DAMA DE BEIRUT (en versión MKV, primera opción)

 

Lo menos que puede decirse sobre LA DAMA DE BEIRUT

En 1966, por algún motivo, en España, era muy frecuente hablar de “trata de blancas” que sería, algo así como el “anti-wokismo”. La cuestión estaba candente e incluso recuerdo que una corsetería de la calle Pelayo de Barcelona tuvo que cerrar simplemente porque la rumorología aseguraba que había desaparecido una chica raptada por una red dedicada a la exportación de “blancas” a los harenes de Oriente Medio. Ladislao Vajda se inspiró en esta temática como argumento de la que fue su última película. Vajda culminó con ella una carrera cinematográfica que le llevó le había llevado desde su Hungría natal a fallecer de infarto en Barcelona, justo mientras rodaba La Dama de Beirut.

No fue, desde luego, su mejor película (Barrio, El cebo o Séptima página, son mejores y su nombre es más recordado por Marcelino, pan y vino), pero tiene varios atractivos: el exotismo de Beirut, la presencia de Sara Montiel y sus números musicales  y la presencia de algunos actores extranjeros (el belga Fernand Gravey, el italiano Giancarlo Del Duca o la actriz y cantante francesa Magali Noël).

Por lo demás, la película es previsible desde los primeros momentos y oscila entre el drama romántico y el género negro que discurre entre mafias de la prostitución. Es posible que si Vajda -que, además de dirigir la película fue coautor del guion junto con Jesús María de Arozamena- no hubiera fallecido mientras se rodaba la cinta, el producto final hubiera sido algo más coherente. Se notan, efectivamente, algunos cabos sueltos (la malvada coprotagonista sobrevive a persecuciones y cercos policiales e incluso mata a su propio marido al que no perdona haberse enamorado de la cantante…). El resultado final es un thriller romántico-musical que alterna momentos espléndidos de tensión con llanuras que incitan al desinterés, todo ello dentro de un marco, más o menos, previsible.

“Isabel” (Sara Montiel) ha salido de la cárcel no hace mucho. Canta en un tugurio nocturno para ganarse la vida y está dispuesta a llevar una vida honesta y a no delinquir. Pero todo aquel ambiente se le va haciendo insoportable, especialmente porque sabe que tiene cualidades para triunfar. Por tanto, cuando aparece alguien que le ofrece un contrato para trabajar en sus “clubs” en Oriente Medio, acepta sin dudarlo. Se trata de un hombre con contactos que le ofrece un pasaporte para acelerar su salida.

En la escena siguiente, ya vemos a Isabel embarcada en un crucero que la llevará hasta Beirut. Hasta ese momento goza de extrema libertad y eso le permite conocer a un personaje francés con el que, a lo largo de la travesía, establecerá una relación romántica: ambos, en efecto, se enamoran mutuamente. Pero, en el barco aparecen sus primeras sospechas. Una de las mujeres embarcadas denuncia que está allí contra su voluntad. A estas alturas de la película, ya está claro que “Isabel” y las mujeres que viajan en el barco han caído en las garras de una red de trata de blancas. Esto queda confirmado, cuando, al desembarcar, le quitan el pasaporte. “Isabel”, sin embargo, no está allí como prostituta sino para atraer al público con sus canciones. A ella no la obligan a acostarse con quien no haya elegido, a diferencia de otras compañeras, una de las cuales opta por suicidarse.


La situación se vuelve cada vez más tensa e “Isabel” solo piensa como denunciar la situación a la policía y salir de Beirut. Conoce a un personaje de edad madura y aspecto respetable e influyente al que le cuenta su situación. Denunciará el caso a la policía que actuará inmediatamente. Sin embargo, la cúpula de la organización es informada de la acción y logran escapar. “Isabel” se marchará del país y se establecerá en París gracias al caballero que le ha prestado ayuda. Allí se dará cuenta de que el caballero es, precisamente, el padre del joven que conoció en el barco y del que se enamoró perdidamente…

A partir de ese momento, el único fleco que queda pendiente es la acción de la mafia que busca eliminar testigos para que sus crímenes queden impunes. Los sicarios viajarán hasta París y la localizarán, sin embargo, no podrán destruir a la pareja de amantes. Final, en cualquier caso, feliz, a pesar de que la responsable de la red logre escapar.

La película, a pesar de trata sobre mafias y actividades delictivas, es de una ingenuidad, a ratos lacerante. En realidad, la elección de Sara Montiel como protagonista se debió a su promoción como cantante. Durante los 87 minutos que dura la cinca, Sara Montiel canta la friolera de siete canciones, lo que, en total, ocupa un tercio del metraje. Excesivo para una película que, al menos inicialmente, pretendía ser de “género negro”.

Los años le pesan como una losa a esta cinta. Ha perdido actualidad. El mismo Líbano que, en los 60, era considerado como “la Suiza de Oriente Medio”, es un país inestable, carcomido por la corrupción, afectado por las convulsiones del conflicto judeo-palestino y completamente irreconocible.

Para Sara Montiel esta película fue un producto de promoción como cantante. Para el espectador resultó hasta cierto punto entretenida, una mezcla de romanticismo, crimen y canciones de cabaret. No es de las películas cuyo visionado pueda recomendarse en el siglo XXI, pero sí hay que reconocer que nos muestra, de manera relativamente fiel, las modas que estaban en vigor en aquellos años en los clubs nocturnos y los cabarets, tanto en Beirut como en los que florecían a este lado del Mediterráneo. Y, por supuesto, nos permiten ver a Sara Montiel entre los treinta y los cuarenta años. Lo que no es poco.


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