¡VIVA AMÉRICA! (1969) – Javier Setó – De una corrala madrileña no sale el Chicago de los años 30
Película ambientada en las calles de Chicago y protagonizada por gansters
italianos. Realizada con bajo presupuesto, el talento y la habilidad artesanal
de Setó no consiguió sacar a esta película de su previsible fracaso. Isasi
había puesto de moda, con Las Vegas 500 millones, películas españolas
ambientadas en horizontes de fantasía. Pero para ello hacía falta contar con un
presupuesto que no estuvo al alcance de Setó.
FICHA
TITULO: ¡Viva América”
AÑO: 1969
DURACIÓN: 105 minutos
DIRECTOR: Javier Setó
GÉNERO: Negro
ARGUMENTO: El hermano de un italiano
mafioso afincado en Chicago llega con la intención de convertirse en
multimillonario cueste lo que cueste. Poco a poco irá formando una organización
mafiosa basada en la extorsión y en la “protección”. Deberá enfrentarse a otros
grupos mafiosos, lo que entrañará una verdadera guerra civil, de la que nadie
saldrá vencedor.
ACTORES: Jeffrey Hunter, Margaret
Lee, Guglielmo Spoletini, Gogó Rojo, Miguel del Castillo, Eduardo Fajardo,
Víctor Israel, Pier Angeli,
CLIPS
CLIP 1 – CRÉDITOS DE UNA COPRODUCCION
CLIP 2 – SICILIANOS EN CHICAGO
CLIP 3 – LA HERMANA TAMBIÉN HA HECHO FORTUNA EN AMÉRICA
CLIP 4 – LA BANDA RIVAL… (PIER ANGELI INCLUIDA)
CLIP 5 – SIN PIEDAD Y CON RENCOR
CLIP 6 – LA GUERRA DE BANDAS PROSIGUE (CON ALGUNAS ARMAS EXTRAÑAS,
MÁS PROPIAS DE LA GUARCIA CIVIL QUE DE LOS GANSTERS DE CHICAGO)
CLIP 7 – LOS MANNATA CHANTAJEAN HASTA A LA POLICÍA
CLIP 8 – UNA CORRALA MADRILEÑA NO ES EL CHICAGO DE LOS AÑOS 30 POR
MUCHA ACCIÓN QUE SE INTRODUZCA
CLIP 9 – UNA MASACRE FAMILIAR SIN FIN
CLIP 10 – EMBOSCADA FINAL Y LA ÚLTIMA ESCENA FATAL
Carteles y programas
Cómo localizar la
película
A TRAVÉS DE EMULE: ¡VIVA
AMÉRICA! (en formato AVI)
Lo menos que puede
decirse sobre ¡VIVA AMERICA!
Hay películas que son casi increíbles. Ésta, por ejemplo. Serían
incomprensibles sin la capacidad de improvisación de la que hacían gala algunos
directores, como Javier Setó, que no dudó ni un momento, en hacer pasar una
corrala madrileña, de las del XIX, por una calle del barrio italiano de Chicago
de los años 20 ó 30 del siglo XX. Y ni se inmutó. Era para lo más que le daba
el presupuesto, así que optó por conformarse y hacer lo que se le pedía.
Setó nos había regalado algunas películas propias del ciclo áureo
del “género negro español” (1950-1965), como Mercado
prohibido (su ópera prima) y otras posteriores cuando ya el género
había entrado en decadencia (Viaje
al vacío). Esta sería su penúltipa película y la que comentamos
ahora, ¡Viva América! su último trabajo. Fallecería ese mismo año,
cuando apenas había celebrado su 43 cumpleaños. De hecho, casi se podría hablar
de una maldición porque uno de los intérpretes, el protagonista, Jeffrey
Hunter, falleció poco después de terminar el rodaje y a causa de un accidente
generado durante la filmación de las escenas. La explosión de un vehículo que
vemos en una escena final le afectó y, posteriormente, de retorno a EEUU, en el
mismo avión le generó un derrame cerebral a consecuencia del que murió.
La película con algo más de presupuesto, hubiera tenido una
factura impecable, pero, como ya se sabe, un director español de la época
franquistas se adaptaba a cualquier situación y a lo que le pedían los
productores. Si había que filmar una película en tres semanas, con un presupuesto
a todas luces cicatero y ambientada en un país exótico, se hacía lo que se
podía y punto. Y Setó lo hizo. El resultado es una película que, en ningún
momento, nos llegamos a creer, pero que, al menos, tiene pies y cabeza y, acaso
lo que es más importante, busca solamente algo tan honesto como entretener al
público.
Sorprende, por ejemplo, que el protagonista sea un siciliano recién
llegado a Chicago, en donde tiene a sus hermanos. Llega a América para,
simplemente, ser millonario y su consigna es “¡Viva América!” que da título a
la película, que es como decir “aquí, en América, todo vale para tocar dólares”.
Y él llega de la tierra de la mafia y de la lupara, así que solamente sabe una
forma de hacer dólares: esquivando la ley.
Es lo que hará “Frank Mannata” (encarnado por Jeffrey Hunter, con
cara de niño bueno). Apoyará, inicialmente a su hermano, “Salvatores Mannata” y
a su hermana “Rosella Mannata”, pero a partir de cierto momento, sus métodos
hacen ganar dólares y prestigio a la familia, a pesar de que sean completamente
ilegales. No hay límites para “Frank Mannata” que terminará enfrentándose a
otros grupos mafiosos y a la policía.
La película se estrenó en todo el mundo, fue una película pensada
para la exportación pero que, por sus características, solamente podía insertarse
en los circuitos de restreno y en aquellos “extraordinarios programas dobles”
que hacían las delicias de los jóvenes europeos de la postguerra.
La película cuenta con una actriz hoy olvidada, pero que en los
años 50 y 60 suscitaba pasiones, Pier Angelli. Esta fue una de sus últimas
apariciones en pantalla. También la suya es una historia desgraciada que se
salva con problemas de depresión y con una muerte prematura por sobredosis de
barbitúricos cuando había cumplido los 39 años y conservaba íntegra toda su
belleza.
La historia de los “Mannata” termina como la vida de todos estos personajes: mal. Muere hasta el apuntador. Así deben terminar las historias de gánsters. Reconozcámoslo: ni Javier Setó es Coppola, ni la saga de los Mannata es la de “los Corleone”, pero el resultado, para ser una película de Serie B, no es malo. Setó hizo lo que podía hacer. Y lo que hizo, lo hizo bien. Modesto, pero bien…
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