LA BUSCA (1966) – ANGELINO FONS – UNA ADAPTACIÓN "VERISTA" DE LA GENERACIÓN DEL 98
Anarquista en su juventud (o poco menos), Pío Baroja pasó a las filas del franquismo, sin abandonar su veta nietzscheana, siendo considerado como un escéptico, pero también como el gran talento literario de la generación del 98. Y ahí está su trilogía La lucha por la vida, de la que la primera novela, La Busca, escrita en 1904, sirvió de base para el guion de esta sorprendente película protagonizada por un entonces joven actor francés, Jacques Perrin.
FICHA
TITULO: La busca
AÑO: 1966
DURACIÓN: 92 minutos
DIRECTOR: Angelino Fons
GÉNERO: Adaptación literaria
ARGUMENTO: Un joven llega a Madrid con
la intención de salir adelante, pero las cosas no terminan de irle bien desde
el principio. Pasa de un oficio a otro y termina en una panadería, pero tampoco
allí logrará estabilizarse. No excesivamente inteligente, aunque buena persona,
se irá deslizando, poco a poco, por el camino de la delincuencia.
ACTORES: Jacques Perrin, Emma Penella, Sara Lezana, Hugo Blanco, Daniel Martín, Lola Gaos, Coral Pellicer, Cándida Losada, María Bassó, María Elena Flores, Luis Marín, Fernando Sánchez Polack, Paul Ellis, Rafael Alcántara, José Carabias, José María Prada, María de la Riva, Pilar Vela, Carmen Porcel
CLIPS
CLIP 1 – CRÉDITOS Y UN POCO DE HISTORIA Y ENCUADRE
CLIP 2 – UN JOVEN NO PARTICULARMENTE INTELIGENTE, PERO DISPUESTO A
LUCHAR POR LA VIDA
CLIP 3 – LA CHISPA DEL AMOR SALTA PRONTO
CLIP 4 – AYUDANDO A UN CABALLERO EN PLENA NOCHE
CLIP 5 – LAS MALAS COMPAÑÍAS
CLIP 6 – ENTRE LAS RUINAS FÍSICAS Y MORALES DE PRINCIPIOS DE SIGLO
CLIP 7 – PREPARANDO MALDADES EN LA VERBENA
CLIP 8 – LA MUERTE DE LA MADRE Y LA BÚSQUEDA DE TRABAJO
CLIP 9 – EL DESEO Y LA DECEPCIÓN
CLIP 10 – ROBO DE CHATARRA ENTRE LAS RUINAS
CLIP 11 – Y, FINALMENTE, EL SEXO SALVAJE
CLIP 12 – UNA VIDA DETERMINADA POR UN ASESINATO INEVITABLE
Carteles y programas
Cómo localizar la
película
A través de eMule: LA
BUSCA (versión MKV)
A través de eMule: LA
BUSCA (versión AVI)
A través de eMule: LA
BUSCA (versión MP4)
Lo menos que puede
decirse sobre LA BUSCA
Máximo representante de la novela de la Generación del 98, hacía
siete años que había muerto cuando Angelino Fons filmó esta película. Su
prestigio estaba incólume. Además, se había alineado con el régimen, a pesar de
haber estado próximo al anarquismo en su juventud y de ser un anticlerical
impenitente, había apoyado al régimen. Todavía se comenta la antología de
artículos publicados bajo el título sonoro e insolente de Comunistas, judíos
y demás ralea, publicado en 1938 y prologado por Giménez Caballero que no
dudaría en definir a Baroja -no sin cierta exageración o, más bien, de manera
absolutamente exagerada- como “precursor español del fascismo”. La Busca,
escrita en 1904, es una de sus primeras novelas y formará parte de la trilogía
La lucha por la vida, formada, además por Mala hierba y Aurora Roja,
escritas el mismo año.
Durante los primeros años 50, la revalorización de la Generación
del 98, fue asumida por los intelectuales falangistas (Antonio Tovar, Pedro
Laín Entralgo, especialmente), frente a las posiciones nacional-católicas que,
fijándose especialmente en el anticlericalismo de algunos de sus miembros y en
el indiferentismo religioso de otros, optaban con (Calvo Serer) a oponerse a esa
tendencia. Cuando Angelino Fons, filma esta cinta, la polémica hace tiempo que
se había extinguido (e incluso, Calvo Serer, siempre miembro del Opus Dei,
orientaba sus pasos en otras direcciones que le llevarían, diez años después, a
presidir la Junta Democrática de España, creada por Santiago Carrillo y su PCE),
la Generación del 98 ya está plenamente normalizada y formará parte de las
enseñanzas del bachillerato con especial relieve.
Para Angelino Fons fue su “ópera prima” y su primer éxito que no
fue revalidado con su segunda película, un musical mediocre lanzado en el
mítico año 68 y del que apenas queda recuerdo. De hecho, los musicales
empezarían a decaer en esa época. Los tiempos de West Side Story, de My
Fair Lady, Los paraguas de Cherburgo, Sonrisas y Lágrimas, empezaban
a quedar lejos. Fons tropezó en esta segunda película, si bien su amistad con
Carlos Saura le hizo seguir siempre en la brecha del cine, siendo el guionista
de sus primeras películas, La
caza, Peppermint
frappé, Stress
es tres tres, así como en la película de Francisco Regueiro, Amador.
Durante aquellos años era frecuente que las productoras optaran por llevar a la
pantalla novelas de grandes autores españoles notables. Fons se apuntó a esa
moda, primero con La Busca de Baroja y unos años después con Fortunata
y Jacinta (1969) y Marianela (1972) de Pérez Galdós. El
éxito de la primera, no se produjo ni en las siguientes, ni en otras películas que
dirigió a lo largo de los 70. A partir de 1974 optó por el cine comercial de
moda en la época: comedias de destape de muy escaso interés. El Cid
Cabreador (1983), su última película le indujo a abandonar la profesión y
dedicarse a otras actividades. No sería el único director de esa época cuya
carrera comenzaba con un gran éxito -La Busca le proporcionó la
medalla al Mejor Director del Círculo de Escritores Cinematográficos- para
luego terminar produciendo ominosas cintas de destape. Olvidémonos de estas
últimas y centrémonos en su mejor película.
La busca se inicia con una pequeña introducción que nos sitúa en
la época de la Restauración. Seguiremos la historia y las vicisitudes de un
joven que llega a Madrid. Viene dispuesto a hacer lo que sea para ganarse la
vida, aunque no sea ni excesivamente inteligente, ni sepa algo más que leer y
escribir. Conoce muy poco de la vida. Inicialmente empieza a trabajar en la
misma pensión en la que se encuentra su madre y se aloja allí mismo. Pronto
conocerá a una chica atractiva que trabaja como sirvienta en otra casa y de la
que se enamorará. Sin embargo, dejará de trabajar en la pensión y, por tanto,
deberá de abandonarla, para pasar a trabajar con un zapatero remendón que es su
tío. Se relacionará con su primo y con los amigos de este. Pero se trata de delincuentes
con pocas ganas de trabajar y solo ven en la delincuencia la posibilidad para
sobrevivir con el menor esfuerzo posible.
En un momento dado, el protagonista socorre a un hombre que ha
sido apaleado por un rufián en plena calle. Le dice que si necesita algo de él
que no dude en pedírselo. A los pocos días, se presenta en su casa, pero la “recompensa”
no es más que un trabajo mal pagado y provisional que no solucionará nada la
situación del joven. La moraleja es que, aquellos que se encuentran en buena
posición no están dispuestos a comprometerla ni siquiera pagando un favor que
se les haya hecho.
Poco a poco, la vida del protagonista se irá haciendo más y más
difícil hasta que, finalmente, sin tener ni alma, ni capacidad, ni vocación
para la delincuencia, se unirá a su primo y a sus amigos y cometerán algunos
robos de poca monta. Esto supondrá su introducción en el mundo de la pequeña
delincuencia. El primo vive de una prostituta que trabaja para él. En un
momento dado, se produce una pelea entre el protagonista y un amigo del primo,
que había iniciado la pelea. Éste resultará muerto y, a partir de ese momento,
la vida del protagonista se convierte en un fuera de la ley, un proscrito de
futuro incierto.
Algunos han calificado esta película como “neorrealista”. El
término había intentado irrumpir en España en los años 50, pero nunca tuvo
excesivo arraigo. Incluso se creó el término “verista” como “alternativa
española” al término italiano. Así pues, ésta puede ser calificada como una
película “verista”, cruda, dura, que nos muestra con un realismo extremo, sin
concesiones, la vida de las clases más desfavorecidas que llegaban a las
grandes ciudad durante la crisis finisecular.
Para encarnar el papel de “Manuel”, es desgraciado protagonista,
se contrató al entonces joven actor francés Jacques Perrín (que recibió la Copa
Volpi de aquel año pro su actuación). A pesar de nos precisamente un rostro carpetovetónico,
Perrin realizó una muy buena creación y consiguió hacer que la película girara
en torno suyo. No hay excesivos diálogos, abundan los gestos, los planos
silenciosos, las miradas que lo dicen todo. Emma Penella, “Rosa” en la
película, será la prostituta y amante del “Vidal” (Daniel Martín), el primo de “Manuel”.
También realiza una interpretación espléndida a pesar de que su presencia en el
fin solamente aparece en la segunda mitad. Sara Lezana es “Justa”, el primer
amor de “Manuel”, algo frívola y mutable en sus preferencias. Lola Gaos aparece
también en un breve papel, en las primeras escenas como madre del protagonista.
Aparecerán en papeles secundarios rostros muy habituales tanto en el cine como
en la televisión de la época: Cándida Losada, Fernando Sánchez Polack, Francisco
Camoiras, Antonio Iranzo, Nicolás Dueñas, Nélida Quiroga, Pepe Carabias,
Venancio Muro, José María Prada, que luego siguieron prodigándose en los
escenarios a lo largo de los años 70, 80, incluso algunos hasta hace poco
(Nicolás Dueñas).
La película, en tanto que “verista”, puede deprimir al espectador
pero muestra con un realismo extremo la vida de los más pobres durante aquel
período histórico en el que la Restauración coincidió con el desastre del 98 y
con el punto álgido del caciquismo. A pesar de que fue un período en el que el
país se vio libre -más o menos- de discordias civiles, lo cierto es que fue un
período que no se aprovechó para recuperar el tiempo perdido: uno de esos
períodos sin historia, pero nos miseria. Esta película da cuenta de la vida en
aquellos tiempos.
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