RAPSODIA DE SANGRE (1957) – La revolución húngara de 1956 vista desde España
FICHA
TITULO: Rapsodia de Sangre
AÑO: 1957
DURACIÓN: 108 minutos
DIRECTOR: Antonio Isasi-Isasmendi
GÉNERO: Anticomunismo
ARGUMENTO: Un alto dirigente soviético
va a llegar a Budapest y el gobierno comunista local quiere obsequiarle con un
concierto del mejor pianista del país, pero éste, inicialmente, se niega a
actuar. Luego, comprometido con los conspiradores que buscan independizar su
país de la tiranía soviética, decide participar, desencadenando la Revolución
Húngara de ese año, viéndose obligado a exiliarse.
ACTORES: Vicente Parra, María Rosa
Salgado, Albert Hehn, Lida Baarova, Tomás Blanco, Malte Jäger, Arturo
Fernández, Luis Induni, Luis Orduña, Jesús Colomer, Amparo Baró, Paco de Osca,
Miguel Fleta, Carles Lloret, Augusto Lluch
CLIPS
CLIP 1 – UN MITIN BAJO LA ESTATUA DE PEDRO PETOFI
CLIP 2 – EL ENCUENTRO ENTRE DOS PIANISTAS: EL QUE TIENE SENTIMIENTO Y EL QUE SE HA CONVERTIDO EN UN METRÓNOMO
CLIP 3 – RECIBIENDO AL JEFE SOVIÉTICO
CLIP 4 – EL INICIO DE LA INSURRECCIÓN
CLIP 5 – ENFRENTAMIENTOS ARMADOS Y REPRESIÓN EN LA CAPITAL
CLIP 6 – LA TOMA DE LA SEDE DE LA A.V.O., LA POLICIA POLÍTICA
CLIP 7 – "LOS RUSOS VOLVERÁN, LOS CONOZCO" (Lida Baarova)
CLIP 8 – "EL EJERCITO ROJO VIENE" (Imre Magy)
Carteles y programas
Cómo localizar la
película
A través de eMule en el siguiente enlace: RAPSODIA
DE SANGRE
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También puede verse la película completa en youTube: RAPSODIA DE SANGRE
Lo menos que puede
decirse sobre RAPSODIA DE SANGRE
Antonio Isasi-Isasmendi, otro de los directores más
característicos de la época franquista y que siguió realizando cintas durante
la transición (siempre de género negro), fue un trabajador nato. Era madrileño,
pero se estableció en Barcelona donde se ganó la vida vendiendo caramelos en
los cines y teatros de la ciudad y actuando en alguna obra teatral junto a su
madre, la actriz Nieves Lasa. A los doce años empezó a colaborar con La Voz de
España, estudios cinematográficos barceloneses. Su madre se preocupó de que
conociera los secretos del cine y lo empleó como montador, hasta que fue jefe de
montaje de Emisora Films. También realizó algunos guiones. Con lo ahorrado -y a
pesar de su edad, aun no había cumplido 20 años- se compró una cámara y empezó
a filmar documentales que luego vendería a Hispano Fox Film. No será sino hasta
1954 cuando ruede su primera película (Relato Policíaco) que llamó la
atención por lo simple de sus premisas, pero por lo entretenido de su
desarrollo. Lo sorprendente de Isasi-Isasmendi es que, toda su vida profesional
transcurrió en Cataluña y, sin embargo, su nombre no aparece en las historias “oficiales”
del cine catalán inspiradas por la administración autonómica catalana. Montó en el Paralelo unos estudios propios,
los Estudios Isasi, en los que, además de películas propias, se filmaron
espacios para la Televisión Española en Cataluña.
Isasi, fue uno de los grandes directores del cine de la época,
especializado en género negro. De hecho, el gran acuerdo de Rapsodia de
Sangre cosiste, precisamente, en ser un film anticomunista, pero rodado
con los rasgos del género negro. La trama arranca en los primeros pasos de la
Revolución Húngara de 1956 y sigue su desarrollo, hasta la intervención de los
tanques soviéticos que aplastaron la resistencia y generaron un éxodo de
refugiados entre los que se encuentran los protagonistas.
Contrariamente, a lo que pueda parecer, la película es
anticomunista, pero no se trata de un mero panfleto influido por la Guerra Fría
y por las necesidades de propaganda del régimen franquista. De hecho, lo que
caracterizó siempre a Isasi fue su ambición de mostrar películas ubicadas en
los lugares más apartados del mundo: Las Vegas 500 millones o Estambul 65, y,
así mismo, el de tener un gran sentido de la oportunidad. Por tanto, no es raro
que se mostrara impresionado por lo que acababa de pasar en Hungría en 1956 y
decidiera filmar una película sobre el tema de la que él mismo fue co-guionista
(junto con Luis de Arcos y Julio Coll).
La película se inicia en un lugar emblemático de Budapest: la
estatua del poeta Petofi, bajo la cual Arturo Fernández, convertido en agitador
anticomunista, habla a las masas húngaras. Les cuenta que en Polonia se han
producido disturbios, que los estudiantes han presentado un manifiesto a la
prensa y que ésta se niega a publicarlo, que Europa fue dividida en Yalta y que
los húngaros quieren un gobierno libre. Entre los asistentes se encuentra
Andres Pulac (Vicente Parra), el mejor pianista del país que ha sido contratado
para dar un concierto de homenaje a un representante del gobierno soviético.
Tras el mitin, Pulac se niega a dar el concierto y mantiene una discusión con
su antiguo amigo, hoy dirigente cultural del país. Sin embargo, la resistencia
le pide que acepte darlo. Su segunda pieza será la señal que esperan los insurrectos
para alzarse en armas. Su novia, en cambio, le pide que no participe; su padre
es el director del diario que se ha negado a publicar el manifiesto de los
estudiantes y percibe que la situación puede llegar a un punto de no retorno.
Sin embargo, accede. Al iniciarse la insurrección, la propia esposa de su
amigo, de origen ruso, trata de huir del país, sabedora de que, tras la
victoria inicial de los sublevados, se producirá la invasión militar soviética.
A todo esto, la novia del pianista conoce a dos reporteros de la
televisión italiana cuya figura servirá a Isasi-Isasmendi, para justificar el
intercalado de fotogramas de las escenas que filman y que corresponden a
documentales reales de la época. Se produce el asalto a la sede de la AVO, la
policía política, en donde el pianista cree que está detenida su novia, así
como enfrentamientos en toda la ciudad. Cuando la situación parece haberse calmado,
la noticia de la llegada de los tanques rusos les obliga a huir junto a una
familia en una máquina de vapor.
A pesar de que pueda parecer una película de apoyo a la
insurrección húngara -que lo es- Isasi-Isasmendi evita las interpretaciones
ligeras. Los insurrectos no se ven libres de críticas: fusilan y asesinan sin
juicio a los miembros de la AVO que se han rendido en su sede, linchan al director
del diario, padre de la co-protagonista, y trazan sus planes con una increíble
ligereza. La película, no es, por tanto, un simple panfleto anticomunista, sino
una pieza muy bien construida sobre aquel episodio.
Hay tres notas que vale la pena reseñar: la primera de todas es la
presencia como actriz de reparto de Lida Baarova. La actriz, de origen checo,
fue durante dos años amante del ministro de propaganda del Tercer Reich, Joseph
Goebbels, lo que, incluso durante esa época, supondría una interrupción en su
brillante carrera artística. Condenada a muerte en su país, logró ser indultada
y solamente en 1950 volvió a trabajar participando en los años 50 en varias
películas españolas (Viaje de novios [1956] de León Klimovsky, Todos
somos necesarios [1956] de José Antonio Nieve Conde, El batallón
de las sombras [1957] de Manuel Mur Oti y esta que comentamos. En Rapsodia
de Sangre, su papel aparece algo deslucido y su interpretación
excesivamente teatral.
La segunda nota demuestra las cualidades de improvisación de
Isasi-Isasmendi que logra reconstruir Budapest en… Barcelona. De no conocer esa
ciudad, pueda pensarse incluso que el director reconstruyó los escenarios originales
o que anticipó la técnica del “croma” para situar a los actores en donde
requería el guion. En absoluto: para el que conoce bien la ciudad de Gerona,
sabe que la vivienda del pianista está situada cerca del call y de la catedral,
y los escenarios de la Ciudad Condal son igualmente perceptibles (el
ayuntamiento de Barcelona es la sede central de la AVO, en el popular barrio de
la Rivera y en el mercado de Santa Catalina, están situados algunas escenas de
la represión de las manifestaciones de los patriotas y el choque central tiene
lugar frente al edificio del Fomento del Trabajo y de La Caixa en Vía Layetana,
mientras que el puente de Marina, hace las veces de puente sobre el Danubio, el
edificio del Bolsín es el teatro en el que se inicia la insurrección y los porches
de Xifré en donde el protagonista pasea. Todo es, en cualquier caso, evidencia
la inmensa habilidad de Isasi-Isasmendi y su conocimiento de la ciudad de
Barcelona.
La película es, significativa de una época y de un estado de
espíritu. A su favor juega el que sea capaz de identificar en las primeras
escenas el origen del problema: el absurdo e inicuo reparto de Europa que
realizaron soviéticos y norteamericanos, con el visto bueno de un Churchill que
estuvo en todo momento bajo los efectos del alcohol, sin valorar lo que estaba
firmando. Pero, también, como hemos dicho, la película es crítica con los
revolucionarios, con su aventurerismo y con sus vendettas.
Es una película imprescindible para ver que el cine que se filmó
en la España de los 50 era un cine maduro, equilibrado y en el que los
directores eran buenos artesanos capaces de montar productos de calidad con medios
limitados.
Otros enlaces:
Tota
una vida: tot Isasi—Isasmendi – Antoni Boca
Cuando
el rojo no estaba de moda. El cine anticomunista español del franquismo - Universidad de Zaragoza
El
antihéroe en el cine de la “Otra Escuela de Barcelona” – Ismael Ruiz Lucenilla
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